El mito de la objetividad y cuatro claves para tener en cuenta
Por Eileen Rada (*)
En los pasillos y salones de algunas escuelas de Periodismo aĆŗn resuena con intensidad el mito de la objetividad.
Se repite con insistencia que el comunicador social debe dejar su subjetividad a un lado al ejercer su rol como periodista. En un principio, no parece que haya algo extraƱo en aquella teorĆa, pero, en la realidad, antes de ser periodistas somos humanos, subjetivos por naturaleza.
Como indica Milagros PĆ©rez Oliva en el diario El PaĆs, “ninguna información, por muy factual que sea, queda totalmente libre de las impregnaciones ideológicas o culturales del periodista”. Ser totalmente imparciales parece, entonces, una misión imposible.
Siempre recuerdo con claridad las palabras de una profesora de Cine en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, quien decĆa que los directores de los documentales y pelĆculas muestran una visión muy personal de la realidad en sus obras.
Ćl (o ella) elige los lugares donde se realizarĆ” la filmación, los planos, los encuadres, la estĆ©tica. ¿Acaso no ocurre lo mismo en el periodismo? Como indica la investigadora Stella Martini en su libro sobre Periodismo, noticia y noticiabilidad (2000), “la noticia periodĆstica es una construcción de la realidad”, no la realidad misma.
Antes de redactar una noticia, el periodista selecciona las fuentes, las ideas principales y la forma de narrar que considere mÔs adecuada. Esa elección ya supone una postura del comunicador con respecto a un hecho social.
Volvemos al punto inicial. Si bien, no es fƔcil que el ser humano alcance la imparcialidad de la que tanto se habla en el periodismo, se puede conseguir un equilibrio.
CompartirĆ© con ustedes cuatro claves que ayudan a alcanzar el equilibrio en la información periodĆstica.
1. Incluye distintas fuentes: las noticias deben ser narradas por distintas voces. Recuerda que cada entrevistado sólo te darÔ un bocado de la realidad. Habla con las personas involucradas en el hecho, escucha, investiga, compara las versiones y confirma la información que te brindan las fuentes.
2. Agrega cifras: El uso de las estadĆsticas aporta credibilidad a la información. No basta con decir que la economĆa estĆ” en crisis o que muchas personas estĆ”n desempleadas. Incluye cifras oficiales que validen la información que estĆ”s brindando para disminuir el riesgo de emitir juicios valorativos.
3. ¡Cuidado con los rumores!: En la actualidad, las redes sociales se han convertido en fuentes recurrentes de muchos periodistas, pero debes recordar que detrĆ”s de la computadora existen personas que, intencionalmente o no, reproducen rumores sin confirmar la información. Como periodista, debes verificar los hechos antes de publicar.
4. Evita los adjetivos calificativos: Decir que algo es “bueno” o “malo” deja clara la opinión del periodista. Antes de clasificar un hecho, argumenta. Busca datos que sostengan tu postura sin emitir juicios de valor. Deja que el lector decida.
El periodismo es una profesión que debe ejercerse con responsabilidad. Si el periodista es consciente de su naturaleza subjetiva, puede esforzarse para que su trabajo sea lo mĆ”s transparente posible. Cuando la objetividad parece una utopĆa, el equilibrio es el camino.
(*) Eileen Rada es estudiante de Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela. En Twitter la encuentras como @SoyEileen.
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