Diócesis y comunidad Católica de Riohacha se encuentra en duelo por muerte del Padre Albeiro Mendoza Merlano y el laico comprometido William Gómez Lazala

Fotografía: Monseñor Héctor Salah Zuleta

La declaración de la sede eclesiástica se dio a conocer a través de un comunicado enviado a los medios de comunicación asentados en el departamento de La Guajira.

En el documento, el Obispo de la Diócesis de Riohacha, Monseñor Héctor Salah Zuleta lamenta el suceso, al tiempo que expresa sus agradecimientos a la comunidad en general por las manifestaciones de condolencia, apoyo y cariño recibidas.

Como se recordará, el Sacerdote Albeiro Mendoza Merlano  y William Gómez Lazala, fueron encontrados sin vida en el interior de un automóvil  Suzuki blanco “Gran Vitara”, el martes 24 de septiembre en el kilómetro 26, de la vía que de Riohacha conduce a la ciudad de Valledupar.

Las fragmentarias informaciones conocidas sobre este particular señalan que el vehículo se volcó, pero hasta el momento se desconocen las causas que originaron el hecho.

En uno de los apartes del texto, el alto jerarca de la iglesia católica en La Guajira  indica que “se hará un pronunciamiento especial luego de conocer los resultados de Medicina Legal. Hasta el momento no tenemos mayor conocimiento de lo sucedido:

El texto del comunicado es el siguiente:

Reciban un saludo de Paz y Bien;

La Diócesis de Riohacha, en cabeza de Monseñor Héctor Sala Zuleta, el Clero en pleno y la comunidad católica se encuentran en duelo; la perdida repentina del Padre Alveiro Mendoza Merlano y el Laico comprometido William Gómez, tiene consternados a la comunidad, sin embargo agradecemos todas las expresiones de cariño y apoyo y se hará un pronunciamiento especial luego de conocer los resultados de Medicina Legal, hasta el momento no tenemos mayor conocimiento de lo sucedido.

Gracias por su comprensión y apoyo.

En horas de la mañana compartiremos las hojas de vida de estos dos hijos de Dios que dedicaron su vida a servir al señor en nuestra hermosa Guajira.

"Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. De manera que tanto en la vida como en la muerte, del Señor somos" Romanos 14,8”