A 24 suben los muertos confirmados por derrumbe en pueblo de EE. UU.

Por:  |

10:31 p.m. | 25 de Marzo del 2014
Emergencia por deslave mortal cerca a Seattle
Así quedó la zona tras el deslave ocurrido el fin de semana en el estado de Washington.

El sÔbado, una avalancha de tierra sepultó 49 viviendas del pueblo de Oso, cerca de Seattle.

Las autoridades encontraron diez nuevas vƭctimas mortales en el desprendimiento de tierras ocurrido el sƔbado en una zona rural de Washington, lo que eleva la cifra de fallecidos a 24, mientras mƔs de cien siguen desaparecidos y se aleja la esperanza de hallar supervivientes.
A última hora de la tarde, las autoridades del condado de Snohomish, al que pertenece la población donde ocurrió el suceso (Oso), informaron a los periodistas que los equipos de rescate han recuperado dos cadÔveres mÔs y localizado otros ocho, que se suman a los 14 hallados hasta este momento.
El jefe de bomberos del distrito 21 del condado, Travis Hots, expresó su "decepción" por no haber encontrado en cuatro días completos de búsqueda intensa "ningún signo de vida" y expresó sus "condolencias" a quienes han perdido a familiares en la tragedia.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó este martes una declaración de emergencia para acelerar la respuesta ante este suceso, ocurrido el sÔbado cuando una avalancha de tierra y lodo sepultó en pocos segundos 49 viviendas del pequeño pueblo de Oso, donde viven unas 200 personas y que estÔ 60 kilómetros al noroeste de Seattle, uno de los principales centros urbanos del país.
Al término de la cuarta jornada de búsqueda, crece el desaliento entre los equipos de rescate y los familiares de los desaparecidos, quienes, según han explicado en declaraciones a los medios locales, comienzan a pasar de la esperanza a la aceptación del peor escenario.
La inestabilidad del terreno inundado de lodo y la amenaza de nuevas lluvias complican las labores de rescate y la estimación del balance de víctimas, lo que llevó el lunes a que en menos de 24 horas la cifra oficial de muertos pasara de 8 a 14 y la de desaparecidos de 18 a 108 y, poco después, a 176.
Esto ha hecho que crezca la angustia y la incertidumbre entre los familiares y vecinos de la zona, mientras que las autoridades tratan de mantener la esperanza e insisten en que la operación en marcha no es sólo de recuperación tras la catÔstrofe sino que sigue siendo también de rescate.
"Ya lo he dicho antes, yo creo en los milagros. Creo que la gente sobrevive a sucesos como este", dijo hoy en declaraciones a los periodistas el responsable del departamento que gestiona las emergencias del condado, John Pennington, tras insistir el lunes en que el hecho de que se estimen 176 desaparecidos no quiere decir que todos ellos hayan muerto.
Las autoridades consideran las lluvias torrenciales de las últimas semanas y la historia geológica de la zona como causas principales del suceso, que habría tenido consecuencias menos graves, según los expertos consultados por los medios locales, si se hubiera prevenido a la población y si las viviendas de la zona estuvieran hechas de materiales de mejor calidad.
Aunque Pennington calificó el suceso como "completamente imprevisible", el diario The Seattle Times ha sacado a la luz numerosos informes geológicos en los que se advertía de que el Ôrea estaba en peligro.
En la zona del suceso las casas estƔn distribuidas de manera dispersa en medio de la naturaleza, en muchos casos se trata de hogares prefabricados, y los vecinos tienen ingresos bajos o medios.
Sólo la mitad de las casas destrozadas estaban habitadas de manera permanente, puesto que la población de Oso es variable, uno de los factores que alimentaban hasta ahora las esperanzas de las autoridades en que la cifra de reportados como desaparecidos incluya a personas que no estaban en la zona en el momento del suceso.
El desprendimiento de lodo que aplastó las viviendas de esta pequeña zona rural no pudo llegar en peor momento, ya que se produjo el sÔbado por la mañana, cuando la mayoría de los residentes estaban en sus hogares y no en el trabajo o en las escuelas, como habría ocurrido en un día laborable.
Las tareas de rescate se ven ralentizadas porque el terreno estÔ inundado. AdemÔs, se prevén nuevas lluvias para los próximos cuatro días que podrían provocar nuevos desprendimientos.

No hay comentarios:

Con la tecnologĆ­a de Blogger.