Un soldado inglés quiere que lo entierren en una botella de whisky
Tuvo una experiencia de guerra tan traumática que quiere convertir su velorio en una celebración.
Anto Wickham, un ex soldado del Regimiento Real Irlandés, reservó por anticipado su ataúd. Se trata de una práctica bastante normal. Lo que no es normal es que este ex combatiente de 48 años lo pidió con la forma de una botella de whisky de tres metros de altura.
Este veterano británico de la guerra de Irak tuvo la desgracia de perder a ocho compañeros de su regimiento. Obviamente fue a cada uno de los funerales y le parecieron algo tan triste, que cuando le toque a él quiere que sea una fiesta.
Barato no fue. Wickham se gastó nada menos que 50 mil dólares en este extraño autorregalo. Pero su excentricidad no termina ahí: además quiere que su lápida tenga un iPad alimentado con un panel solar que reproduzca permanentemente un video y fotos para los deudos que vayan a visitarlo. No, no está obsesionado con la muerte. Para nada.
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