Escocia, a las puertas de una decisión histórica


Claves para entender escenarios del referéndum que se realizará este jueves por la independencia.

 
La encuesta que dio vencedor al sí a la independencia reactivó viejos miedos en la población, como qué puede pasar con la economía.
Foto: AFP
La encuesta que dio vencedor al sí a la independencia reactivó viejos miedos en la población, como qué puede pasar con la economía.
Las campañas a favor y en contra de la independencia de Escocia se juegan esta semana sus últimas cartas para tratar de convencer a los indecisos antes de las votaciones del 18 de septiembre próximo.
La última encuesta de la empresa YouGov muestra nuevamente una ligera tendencia a favor del no a la independencia con el 50 por ciento, el sí con 45 y los indecisos con el 5 por ciento. En otras hay prácticamente un empate técnico. (Lea también: 'Yes' o 'no': Escocia define independencia de Reino Unido).
Los defensores de la independencia insisten en que Escocia sería un país mucho más fuerte y rico por fuera del Reino Unido y acusan a los promotores de la campaña del no de magnificar los efectos económicos de su derrota.
Lo cierto es que después de la primera encuesta, que daba ventaja al sí, la libra esterlina cayó en más de un punto y se cotizó en su nivel más bajo desde noviembre del 2013, y algunos banqueros empezaron a hablar de la posibilidad real de moverse de Edimburgo a Londres.
“Sin duda hay un elemento de nerviosismo que está afectando los mercados por la incertidumbre que empiezan a sentir los inversionistas que no saben si su capital va a tener el respaldo del Banco de Inglaterra o no”, dijo a EL TIEMPO Andrew Neal, profesor de ciencias sociales y políticas de la Universidad de Edimburgo.
¿Qué pasa si gana el no a la independencia?
Si gana la opción del no a la independencia, el gobierno y el parlamento del Reino Unido seguirán siendo los responsables de las políticas de defensa, seguridad nacional, relaciones internacionales, pensiones e impuestos.
El gobierno y el parlamento escocés seguirán siendo los responsables del manejo de los temas de salud, educación, justicia, vivienda y transporte, como sucede hasta ahora.
El actual gobierno escocés, presidido por el nacionalista Alex Salmond, permanecerá en el poder hasta mayo del 2016, cuando se realicen las próximas elecciones del parlamento local. Sin embargo, los dos gobiernos seguirán trabajando para fortalecer y darle más poderes al parlamento escocés. Los cambios más importantes en esta dirección le permitirían a Escocia tener autonomía de endeudamiento y fijar su propia tasa de impuesto a la renta.
El calendario propuesto por el ex primer ministro Gordon Brown permitiría que el parlamento escocés comience a decidir sobre esos temas antes de las elecciones generales de mayo del 2015.
“Creo que el objetivo de ese plan es mover la intención de voto en los últimos días, pero al mismo tiempo me parece que los plazos propuestos por Brown son muy limitados y no sé qué tan viables puedan ser¨, aseguró a EL TIEMPO Craig McAngus, investigador de la Universidad de Stirling, en Escocia.
¿Qué pasa si gana el sí?
Si los escoceses votan mayoritariamente por el sí, no serán independientes desde el 19 de septiembre. Se definirá un grupo de negociadores con representantes de los gobiernos de Escocia y del Reino Unido para empezar un proceso de transición que debería terminar con un acta de independencia en marzo del 2016, según lo ha propuesto el propio Alex Salmond, líder independentista.
Durante las negociaciones, Escocia seguirá siendo parte del Reino Unido. El gobierno escocés seguirá siendo responsable por la salud, la educación, la justicia, la vivienda y el transporte, mientras que el gobierno del Reino Unido seguirá dirigiendo las políticas de defensa, seguridad, relaciones internacionales, normas constitucionales, pensiones e impuestos hasta el día en que Escocia se convierta en un país independiente. Las negociaciones incluirán el tema de los activos y pasivos que deberán repartirse entre los dos países.
Uno de los temas que se prevé más difícil de negociar tiene que ver con las reservas de petróleo en el mar del Norte y la cuota que le correspondería a cada una de las partes.
El independentista Salmond prometió destinar un billón de libras al año para constituir un fondo petrolero nacional que impulsaría las finanzas y la capacidad de endeudamiento de una Escocia independiente.
De acuerdo con algunos analistas, se calculan reservas de hasta 3 billones de barriles en 125 conocidos hallazgos aún por explotar.
Para el primer ministro David Cameron, el desarrollo de una industria tan importante demanda “los anchos hombros del Reino Unido”, que además tiene cómo respaldar la inversión en el sector.
“La forma como se lleven a cabo las negociaciones va a ser determinante y nada sencillo para Escocia. De eso va a depender el impacto económico, social e internacional. La respuesta del Reino Unido a la independencia va a medir la capacidad escocesa en el manejo de varios temas”, aseguró Eric Khushal Murkens, especialista en estudios europeos del London School of Economics.
Libra o euro
Tanto el ministro de Economía, George Osborne, como el gerente del Banco Central de Inglaterra, Mark Carney, han dicho que si Escocia se sale del Reino Unido no puede seguir usando la libra esterlina como su moneda oficial.
“La única forma como Escocia puede seguir usando la libra como su moneda oficial es dentro del Reino Unido”, insistió Osborne esta semana.
El analista Khushal Murkens recordó que, desde 2004, los nuevos miembros de la UE están obligados a adoptar el euro como su moneda oficial en algún momento.
“Si Escocia desea ser miembro de la Unión de una manera sencilla y rápida, ¿no sería mejor que se prepare para adoptar el euro?”, dijo a EL TIEMPO.
Aunque el impacto económico es difícil de medir, algunos bancos, como el de Escocia y el Lloyds Group Bank, anunciaron su intención de mover su centro de operaciones de Edimburgo a Londres para continuar contando con el respaldo del Banco de Inglaterra.
“Una Escocia independiente no sería lo suficientemente grande para actuar como su garante. Cualquier riesgo percibido internacionalmente hacia los bancos con sede en Escocia afectaría sus calificaciones de crédito, y por lo tanto su capacidad para hacer negocios”, opina Andrew Neal, profesor de ciencias sociales y políticas de la Universidad de Edimburgo.
Y en la Unión Europea...
Para el analista Khushal Murkens, aunque algunos países le darán la bienvenida a Escocia como independiente por ser un proceso obtenido por la vía democrática del referendo, otros, entre estos Alemania, Francia, Italia y especialmente España, lo verán como un precedente que puede impulsar otros movimientos separatistas como el de Cataluña.
“Si las negociaciones posteriores al referendo se desarrollan de una manera clara y transparente, la comisión lo puede tomar en cuenta y eso podría ayudar a su ingreso a la Unión Europea. Pero el proceso no será inmediato. Todo dependerá también del comportamiento de Escocia en la negociación”, aseguró el catedrático a EL TIEMPO.
Algunas regiones del mundo con tensiones separatistas
Ucrania: En el oriente habita una importante población rusoparlante y desde abril se libra una guerra civil entre rebeldes prorrusos y el gobierno ucraniano.
País Vasco: Los nacionalistas buscan la independencia de las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya del resto de España.
El Flandes belga: La región flamenca ocupa la parte norte del país. Los desacuerdos con los valones francófonos del sur han llevado al país a la división.
Cachemira: El dominio de la región es reclamado por India y Pakistán, cuestión que ha costado varias guerras.
CLAUDIA GAONA
Para EL TIEMPO
Londres.

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