Gabo: arepas, empanadas y arepuelas
Weildler Guerra * | Elespectador.com
Ciertos sabores primarios, escribe el francĆ©s David Le Breton, constituyen un vĆnculo secreto e intemporal que une al individuo con las mesas de su infancia.
En ella, Gabo narra cĆ³mo viajando en un vuelo de Madrid a BogotĆ” la aeronave tuvo que hacer una escala tĆ©cnica en Barranquilla, lo cual fue aprovechado por el escritor para solicitar a la azafata que atravesara la carretera y en una pequeƱa choza que habĆa justo enfrente del aeropuerto le comprara arepas de huevo.
“Oye, ¿y tĆŗ cĆ³mo sabĆas que allĆ vendĆan arepas de huevo?”, le dijo la azafata tras regresar con ellas en la mano. “Mija, si toda la vida me la pasĆ© allĆ comiendo arepas de huevo”, le respondiĆ³ el escritor.
El horizonte de la arepa de huevo se extiende por casi todo el Caribe colombiano pero su preparaciĆ³n, sabor y presentaciĆ³n estĆ”n lejos de ser homogĆ©neos, pues la cocina tiene tambiĆ©n sus taxonomĆas.
Hasta la saciedad han dicho los cartageneros que no debe llamarse arepas de huevo a sus empanadas con huevo que contienen, ademĆ”s de este, un picadillo de carne sĆ”pida. Los habitantes de Santa Marta pueden agregarle, segĆŗn gusto del comensal, tomate y cebolla picada al huevo y este queda dentro de la arepa en forma de huevos pericos.
Una distinciĆ³n significativa es la que existe entre arepas y arepuelas, pues las segundas son mĆ”s sutiles. Llaman arepuelas sencillas a aquellas que no llevan huevos y que pueden ser aderezadas con anĆs y dulce o pueden ser simplemente sazonadas con sal.
Las arepuelas de huevo, propias de Riohacha y la antigua provincia de Padilla, contienen el huevo batido y no entero, se frĆen dos veces y su masa es aderezada. GarcĆa MĆ”rquez tenĆa esto claro, pues su abuela materna y su progenitora eran guajiras de cepa: “en la regiĆ³n que hoy se llama La Guajira existĆa la arepuela, que es la arepa frita con maĆz en grano y el hoyito ese por donde le meten la varilla para sacarla del caldero”, dice nuestro insigne autor.
La arepuela de huevo, por la mayor complejidad de su preparaciĆ³n y ante la avalancha comercial de un estereotipo burdo de la arepa de huevo, estĆ” hoy a punto de desaparecer. Su preservaciĆ³n reposa solo en la mente y en las manos de AngĆ©lica PĆ©rez y Fedalma MartĆnez, que habitan en un antiguo barrio de marineros de la capital guajira.
Por ello en el prĆ³ximo evento ‘La cocina importa: cocina con identidad’, que se realizarĆ” en Riohacha entre el 14 y el 17 de octubre, la arepuela de huevo fue considerada como el plato en peligro y las dos portadoras de esta tradiciĆ³n serĆ”n premiadas por su labor. Ello nos debe recordar que mĆ”s que con nutrientes, nos saciamos con la memoria y con los sentidos.
wilderguerra@gmail.com
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