Los salseros 'vieja guardia' de la Feria de Cali
En una Ć©poca en Cali, hace mĆ”s de 30 aƱos, los dĆas de la semana se reconocĆan con nombres de discotecas. Era el frenesĆ de una ciudad que asimilaba la salsa.
El lunes se llamaba Honka Monka; el martes, La Manzana; el miƩrcoles, Escalinata; el jueves, Cabo RojeƱo, y el viernes, SƩptimo Cielo.
En esa ciudad empezĆ³ a ‘tirar paso’ Ćdgar Herrera, hoy de 76 aƱos, quien evoca en sus recuerdos los momentos que viviĆ³ en las discotecas de la ciudad.
“La base primordial fue SĆ©ptimo Cielo, decano de los griles caleƱos. Recuerdo que los lunes eran lo mĆ”ximo. En el dĆa estĆ”bamos en un lugar y por la noche, en otro”, dice entre risas Herrera, conocido con su esposa Yolanda HernĆ”ndez como ‘Los reyes del bolero y el son’.
Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO
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Y su trayectoria serĆ” reconocida en la Feria de Cali, que empieza el 25 de diciembre y termina el 30. Herrera y HernĆ”ndez estarĆ”n en la tarima salsera de la Calle de la Feria, que vuelve a hacer parte de la celebraciĆ³n, el 26 de diciembre, en reemplazo de la cabalgata.
Y es que Cali es una ciudad salsera desde hace dĆ©cadas. En 1974, el periodista cubano JosĆ© Pardo Llada, creador del Movimiento CĆvico, con el cual quiso impulsar su carrera polĆtica, creĆ³ el primer campeonato de salsa que tuvo la ciudad, en el que participaron muchos de los bailadores que hasta ese momento solo eran conocidos en la rumba, entre las melodĆas de Richie Ray y Bobby Cruz y otros mĆŗsicos.
Gary DomĆnguez, coleccionista con mĆ”s de 5.000 discos en su poder, asegura que la salsa es un sonido que se adueĆ±Ć³ de cada rincĆ³n de Cali. “A pesar de que en sus inicios solo fue un ritmo que sonĆ³ gracias a los afectos de las clases populares, empezĆ³ a tomar fuerza por los campeonatos y los concursos”, afirma DomĆnguez.
“La gente realmente se entusiasmĆ³ desde el primer campeonato, fue una locura, y al final, y con mucho mĆ©rito, el ganador fue ‘Watussi’”, dice HernĆ”ndez.
Walter Rivas Cuero, ‘Watussi’, cuenta Umberto Valverde en sus escritos, “dejaba charcos del sudor en las baldosas que gozaban con los golpes de sus pasos y sus saltos en el aire”.
AsĆ como Ć©l tambiĆ©n salieron a la luz personajes como Amparo Arrebato, Jimmy Boogaloo y otros que descrestaron con su estilo, cultivado en griles y agua’e lulos (fiestas populares), “con pasos que ellos mismos se inventaron y acrobacias que nadie mĆ”s podĆa igualar”, asegura Herrera.
Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO
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Con el tiempo, ‘Watussi’ hizo su vida lejos de Colombia y muchos bailadores continuaron con sus labores cotidianas, pero no dejaron de buscar el baile para evocar sus dĆas de gloria. “El bailador de esa Ć©poca tenĆa otras obligaciones, el baile no era una profesiĆ³n realmente”, dice Herrera con nostalgia.
El reencuentro
Herrera y HernĆ”ndez, esposos y pareja de baile desde hace 20 aƱos, se conocieron a mediados de los 90 en Milonga, una discoteca ubicada sobre la calle Quinta, en el sur de la ciudad. Al ver cĆ³mo bailaban, el dueƱo del lugar les ofreciĆ³ crear un grupo para hacer presentaciones, y asĆ se dedicaron a dar clases.
“Yo creo que nosotros somos bailadores porque nos hicimos de otra forma. Los de hoy son bailarines, estĆ”n mĆ”s preparados y hacen mĆ”s piruetas, lo de nosotros era bailar”, dice Herrera.
En el 2009, otro bailador, Carlos Paz, conocido como ‘El resortes colombiano’, creĆ³ la FundaciĆ³n La Vieja Guardia, un espacio que se propuso reconocer a esos bailadores de otras Ć©pocas para que tuvieran un lugar en la historia que se forjĆ³ en los griles caleƱos.
Gracias a esa fundaciĆ³n, la SecretarĆa de Cultura y Turismo de Cali logrĆ³ visibilizar, a travĆ©s de diferentes actividades con universidades e instituciones, a los bailadores de antaƱo.
En principio fueron alrededor de 30 los que hicieron parte de la fundaciĆ³n, pero poco a poco se retiraron, menciona HernĆ”ndez.
Sin embargo, la pareja de esposos siguiĆ³ adelante con su academia de baile en el barrio La Esmeralda, en el norte de la ciudad, donde trabajan con las nuevas generaciones y a donde les llegĆ³ la noticia de que tendrĆ”n un espacio en la Calle de la Feria.
“Creo que es un reconocimiento a la labor de tantos aƱos, se estĆ” haciendo justicia con nosotros, porque es muy importante no olvidar el pasado. Gracias a nosotros, la salsa en esta ciudad se respeta como una tradiciĆ³n”, asegura Herrera.
Las cuatro tarimas que desfilarĆ”n el 26 de diciembre en la Calle de la Feria tendrĆ”n salsa, vallenato, son y bolero. En la Ćŗltima irĆ”n Ćdgar y Yolanda, por el recuerdo de sus mejores aƱos y por la salsa, que no envejece.
Y es que, segĆŗn Herrera, el secreto de la eterna juventud, definitivamente, estĆ” en “bailar, bailar, bailar y bailar”.
El 25 de diciembre
10:30 a. m., inauguraciĆ³n de la estatua de Edulfamid Molina DĆaz ‘Piper Pimienta’, en el parque de la Alameda.
5 p. m., SalsĆ³dromo, Autopista Suroriental entre carreras 39 y 53, sentido sur-norte. Boletas: 80.000 pesos en www.tuboleta.
com.
9 p. m., concierto inaugural, Canchas Panamericanas.
5 p. m., SalsĆ³dromo, Autopista Suroriental entre carreras 39 y 53, sentido sur-norte. Boletas: 80.000 pesos en www.tuboleta.
com.
9 p. m., concierto inaugural, Canchas Panamericanas.
MIGUEL ĆNGEL ESPINOSA
CALI
Corresponsal de EL TIEMPO
CALI
Corresponsal de EL TIEMPO
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