Los salseros 'vieja guardia' de la Feria de Cali
Los bailarines que marcaron el paso en otros dĆas tendrĆ”n su espacio en la edición de 2014.
Por: MIGUEL ĆNGEL ESPINOSA |
Foto: Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO
Ćdgar Herrera y Yolanda HernĆ”ndez, bailarines.
En una Ć©poca en Cali, hace mĆ”s de 30 aƱos, los dĆas de la semana se reconocĆan con nombres de discotecas. Era el frenesĆ de una ciudad que asimilaba la salsa.
El lunes se llamaba Honka Monka; el martes, La Manzana; el miƩrcoles, Escalinata; el jueves, Cabo RojeƱo, y el viernes, SƩptimo Cielo.
En esa ciudad empezó a ‘tirar paso’ Ćdgar Herrera, hoy de 76 aƱos, quien evoca en sus recuerdos los momentos que vivió en las discotecas de la ciudad.
“La base primordial fue SĆ©ptimo Cielo, decano de los griles caleƱos. Recuerdo que los lunes eran lo mĆ”ximo. En el dĆa estĆ”bamos en un lugar y por la noche, en otro”, dice entre risas Herrera, conocido con su esposa Yolanda HernĆ”ndez como ‘Los reyes del bolero y el son’.
Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO
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Y su trayectoria serÔ reconocida en la Feria de Cali, que empieza el 25 de diciembre y termina el 30. Herrera y HernÔndez estarÔn en la tarima salsera de la Calle de la Feria, que vuelve a hacer parte de la celebración, el 26 de diciembre, en reemplazo de la cabalgata.
Y es que Cali es una ciudad salsera desde hace dĆ©cadas. En 1974, el periodista cubano JosĆ© Pardo Llada, creador del Movimiento CĆvico, con el cual quiso impulsar su carrera polĆtica, creó el primer campeonato de salsa que tuvo la ciudad, en el que participaron muchos de los bailadores que hasta ese momento solo eran conocidos en la rumba, entre las melodĆas de Richie Ray y Bobby Cruz y otros mĆŗsicos.
Gary DomĆnguez, coleccionista con mĆ”s de 5.000 discos en su poder, asegura que la salsa es un sonido que se adueñó de cada rincón de Cali. “A pesar de que en sus inicios solo fue un ritmo que sonó gracias a los afectos de las clases populares, empezó a tomar fuerza por los campeonatos y los concursos”, afirma DomĆnguez.
“La gente realmente se entusiasmó desde el primer campeonato, fue una locura, y al final, y con mucho mĆ©rito, el ganador fue ‘Watussi’”, dice HernĆ”ndez.
Walter Rivas Cuero, ‘Watussi’, cuenta Umberto Valverde en sus escritos, “dejaba charcos del sudor en las baldosas que gozaban con los golpes de sus pasos y sus saltos en el aire”.
AsĆ como Ć©l tambiĆ©n salieron a la luz personajes como Amparo Arrebato, Jimmy Boogaloo y otros que descrestaron con su estilo, cultivado en griles y agua’e lulos (fiestas populares), “con pasos que ellos mismos se inventaron y acrobacias que nadie mĆ”s podĆa igualar”, asegura Herrera.
Con el tiempo, ‘Watussi’ hizo su vida lejos de Colombia y muchos bailadores continuaron con sus labores cotidianas, pero no dejaron de buscar el baile para evocar sus dĆas de gloria. “El bailador de esa Ć©poca tenĆa otras obligaciones, el baile no era una profesión realmente”, dice Herrera con nostalgia.
El reencuentro
Herrera y HernÔndez, esposos y pareja de baile desde hace 20 años, se conocieron a mediados de los 90 en Milonga, una discoteca ubicada sobre la calle Quinta, en el sur de la ciudad. Al ver cómo bailaban, el dueño del lugar les ofreció crear un grupo para hacer presentaciones, y asà se dedicaron a dar clases.
“Yo creo que nosotros somos bailadores porque nos hicimos de otra forma. Los de hoy son bailarines, estĆ”n mĆ”s preparados y hacen mĆ”s piruetas, lo de nosotros era bailar”, dice Herrera.
En el 2009, otro bailador, Carlos Paz, conocido como ‘El resortes colombiano’, creó la Fundación La Vieja Guardia, un espacio que se propuso reconocer a esos bailadores de otras Ć©pocas para que tuvieran un lugar en la historia que se forjó en los griles caleƱos.
Gracias a esa fundación, la SecretarĆa de Cultura y Turismo de Cali logró visibilizar, a travĆ©s de diferentes actividades con universidades e instituciones, a los bailadores de antaƱo.
En principio fueron alrededor de 30 los que hicieron parte de la fundación, pero poco a poco se retiraron, menciona HernÔndez.
Sin embargo, la pareja de esposos siguió adelante con su academia de baile en el barrio La Esmeralda, en el norte de la ciudad, donde trabajan con las nuevas generaciones y a donde les llegó la noticia de que tendrÔn un espacio en la Calle de la Feria.
“Creo que es un reconocimiento a la labor de tantos aƱos, se estĆ” haciendo justicia con nosotros, porque es muy importante no olvidar el pasado. Gracias a nosotros, la salsa en esta ciudad se respeta como una tradición”, asegura Herrera.
Las cuatro tarimas que desfilarĆ”n el 26 de diciembre en la Calle de la Feria tendrĆ”n salsa, vallenato, son y bolero. En la Ćŗltima irĆ”n Ćdgar y Yolanda, por el recuerdo de sus mejores aƱos y por la salsa, que no envejece.
Y es que, segĆŗn Herrera, el secreto de la eterna juventud, definitivamente, estĆ” en “bailar, bailar, bailar y bailar”.
El 25 de diciembre
10:30 a. m., inauguración de la estatua de Edulfamid Molina DĆaz ‘Piper Pimienta’, en el parque de la Alameda.
5 p. m., Salsódromo, Autopista Suroriental entre carreras 39 y 53, sentido sur-norte. Boletas: 80.000 pesos en www.tuboleta.
com.
9 p. m., concierto inaugural, Canchas Panamericanas.
5 p. m., Salsódromo, Autopista Suroriental entre carreras 39 y 53, sentido sur-norte. Boletas: 80.000 pesos en www.tuboleta.
com.
9 p. m., concierto inaugural, Canchas Panamericanas.
MIGUEL ĆNGEL ESPINOSA
CALI
Corresponsal de EL TIEMPO
CALI
Corresponsal de EL TIEMPO
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