El fantasma del racionamiento

Por:  noviembre 4, 2015
kienyke.com/kien-escribe/crisis-energetica-colombia-2/



"Tratemos de escudriƱar sus intringulis, alejƔndonos de los tecnicismos."


“El mayor riesgo en las Ć©pocas de turbulencia es
actuar con la lógica de ayer”, Peter Drucker


El cambio y la variabilidad climÔtica son una realidad incontrastable que no se puede soslayar, que se manifiesta a través de fenómenos extremos de sequía y alta pluviosidad. Ellos se alternan, son cada vez mÔs frecuentes e intensos, caracterizÔndose por su recurrencia. Colombia, según las Naciones Unidas es el tercer país en el mundo en vulnerabilidad frente a sus embates, razón suficiente para extremar las medidas de prevención, adaptación y gestión de riesgo, en procura de mejorar su nivel de resiliencia.
Desde mediados de 2013 se estaba asomando amenazadoramente el fenómeno de El Niño en Colombia, obligÔndonos a suspenderle el despacho de gas a Venezuela para que las térmicas pudieran disponer de él y a darle vía libre a la instalación de la planta regasificadora para facilitar su importación. Adicionalmente, se sancionó la Ley 1715 en mayo del año anterior, estimulando las energías alternativas, así como el uso eficiente de la energía, en el entendido que la energía mÔs barata es aquella que no se consume.
El sistema elĆ©ctrico colombiano habĆ­a superado con Ć©xito los tres niƱos anteriores (92/93, 97/98, 2002/2003 y 2009 – 2010), antes de enfrentar este otro, el mĆ”s severo, tanto por su intensidad como por su duración, desde 1957. En cuanto a capacidad instalada de generación esta vez Colombia estĆ” mejor preparada, pues cuenta con mĆ”s de 15.500 MW de potencia y de aquĆ­ a marzo del aƱo entrante se incorporarĆ”n 700 MW mĆ”s. En condiciones normales, ello es garantĆ­a de firmeza y confiabilidad del abastecimiento de energĆ­a del paĆ­s (Amylkar D. Acosta M. El sĆ­ndrome del apagón. Octubre, 10 de 2015).
No obstante, en la medida que el dĆ©ficit de lluvias en un mes como octubre llega al 40%, el primer trimestre de 2016 es seco y el nivel de los embalses vienen en franca declinación, pasando de un promedio de 69.1% en septiembre a 62.77% el 29 de octubre, ello obliga a ser precavidos. Y la Ćŗnica manera de serlo es evitando desembalsar, sustituyendo parcialmente la generación hĆ­drica por generación tĆ©rmica. ¡Y ahĆ­ fue Troya!
Se encienden las alarmas
SegĆŗn XM, empresa operadora y administradora del Mercado elĆ©ctrico colombiano, se requiere contar con no menos de 85 GWH/d de generación tĆ©rmica, de una capacidad mĆ”xima de 105GWH/d, de los 190 GWH/d que se estĆ”n demandando. A diferencia de los eventos anteriores, esta vez el fenómeno de El NiƱo sorprende al paĆ­s con una estrechez en la oferta de gas que lo complica todo y este ha sido el detonante de la actual crisis del sector energĆ©tico. 

Al tener que apelar a los combustibles lĆ­quidos para generar el 29% de la energĆ­a de origen tĆ©rmico, las empresas que operan dichas plantas alegan que debido a los altos costos de generación, que superan entre $400 y $600 el Precio de escasez, estaban abocadas a una virtual inviabilidad financiera, la que las llevarĆ­a a parar, como ya lo hicieron hace 15 dĆ­as Termocandelaria y Termovalle. Para tratar de espantar el fantasma del racionamiento el Ministro de Minas y EnergĆ­a, TomĆ”s GonzĆ”lez, dispuso, entre otras medidas, subir la tarifa de la energĆ­a a los usuarios entre $6 y $7 el KWH, elevando el costo de las restricciones. 

El peor escenario es que se apaguen las tƩrmicas, lo que forzarƭa a las hƭdricas a desembalsar, exponiƩndonos a un inexorable racionamiento elƩctrico, porque la energƭa mƔs costosa es aquella de la que no se dispone justo en el momento que se requiere.
Dicha medida ha sido muy controvertida, toda vez que todos los usuarios del servicio de energĆ­a pagamos cumplidamente un recargo de $50.65 por KWH consumido con el fin de tener la garantĆ­a de contar con la disponibilidad de aquellas plantas que son remuneradas con el Cargo por confiabilidad cuando la hidrologĆ­a es critica. 

Este “seguro” se activa una vez que el precio en Bolsa de la energĆ­a supera el umbral del Precio de escasez, que en este momento se sitĆŗa en los $302 KWH. En ese momento se hace efectiva la Obligación de EnergĆ­a en Firme (OEF) por parte de los generadores que reciben dicho cargo, que le cubre a ellos los costos de inversión en equipos, asĆ­ como los costos fijos y el mantenimiento de sus plantas, para que estas estĆ©n en condiciones de operar.
¿Cómo desenredar la madeja?

La situación que se estÔ presentando es compleja, tiene varias aristas y sus causas son múltiples, ademÔs de que la convergencia de factores fÔcticos en esta coyuntura, mediada por un Niño que se agudiza, hacen de esta la tormenta perfecta. Para intentar entenderla tratemos de escudriñar sus intringulis, alejÔndonos de los tecnicismos para acercarnos a las entendederas tanto de los expertos como de los profanos.

Empecemos por seƱalar que la escasez de gas obedece, ademĆ”s de la declinación de la principal fuente de suministro que eran los campos de Ballenas, Chuchupa y Riohacha en La Guajira, a los cuellos de botella que impiden conectar los centros de producción con los centros de consumo. En Colombia tenemos un mercado segmentado del gas natural, es como si tuviĆ©ramos dos mercados, el de la región Caribe y el del centro del paĆ­s, cuyos vasos comunicantes que son las redes de gasoductos no tienen la suficiente capacidad de transporte. 

De allí que si se presenta un déficit en la oferta de gas en uno de ellos, no es posible suplirla con los excedentes del otro y para rematar se presentan también casos de atrapamiento de volúmenes importantes de reservas de gas natural de las que no se puede disponer por falta de facilidades para su transporte hasta las redes troncales.
En este aspecto la preocupación es tanto mayor habida cuenta que segĆŗn lo pronostica CONCENTRA, firma experta en administración de la información del Gas Natural, para el primer trimestre del aƱo entrante mientras la demanda de gas serĆ” de 1.331 GBTU, la oferta a duras penas llegarĆ” a los 1.089 GBTU, es decir tendremos un faltante de 245 GBTUD, equivalente al 30% de la demanda, justo en el momento en el que el fenómeno del NiƱo se prevĆ© que serĆ” mĆ”s severo. 

SerÔ en la región Caribe en donde se harÔ sentir con mÔs rigor este faltante, que podría llegar al 30% de la demanda, esto es 175 GBTUD. Y, que se sepa, para entonces, sólo se podrÔn adicionar los 65 GBTUD de HOCOL y Canacol Energy provenientes de Sucre, que ya estÔn vendidos, los 39 GBTUD que se espera recibir en reciprocidad desde Venezuela, que los absorberÔ REFICAR y 25 GBTUD mÔs de Cusiana y pare de contar.
AsĆ­ las cosas, tendremos un saldo neto negativo de 116 GBTUD. Y no hay que perder de vista que en caso de presentarse un racionamiento programado de gas natural, el orden en que se atiende la demanda es el siguiente: consumo residencial, primero que todo, transporte, comercio e industria, las refinerĆ­as y, por Ćŗltimo ¡el parque de generación!
En tales circunstancias resulta apremiante que El Cerrejón y Drumond lleguen a un acuerdo que posibilite la recuperación y aprovechamiento de las reservas de gas metano asociado a los mantos de carbón (CBM); se requiere tambiĆ©n destrabar el proyecto de Drumond en La Loma, Cesar, para desarrollar las reservas de CBM cuya comercialidad ya fue declarada y estĆ” a la espera de la Licencia ambiental. AllĆ­ se podrĆ”n producir, aproximadamente, 25GBTUD, que tambiĆ©n contribuirĆ­an a aliviar la presión sobre la menguada oferta de gas. Se tendrĆ” que mirar, ademĆ”s, cómo acortar los tiempos en la ejecución del proyecto de la planta regasificadora, con una capacidad de 400 GBTU, a cargo del consorcio conformado por el Grupo TĆ©rmico a travĆ©s de la Sociedad Portuaria El Cayao. 

Según ha trascendido la misma sólo estarÔ operando a partir de diciembre de 2016, o sea que entraría con una año de atraso con respecto al cronograma inicial. Y, como si lo anterior fuera poco, la eventual inviabilidad financiera que alegan algunas de las térmicas que hacen parte de dicho consorcio podría poner en riesgo dicho proyecto, catalogado por el Gobierno Nacional como de interés nacional estratégico (PINE).
Esta escasez de gas natural, aunada a la mayor demanda del mismo por parte del parque tĆ©rmico de generación, que participa ya del 48% de la oferta de energĆ­a total, provocó un alza desproporcionada del precio del gas natural en la región Caribe (Amylkar D. Acosta M. Crispación por precios del gas. Diciembre, 6 de 2014/ Usuarios en ascuas. Diciembre, 8 de 2014) , por cuenta de la distorción a que dio lugar la aplicación de un indexador inapropiado, el cual tuvo que ser revisado para evitarlo. 

Como se recordarÔ esta situación, que provocó la airada protesta de la dirigencia del Caribe colombiano, estuvo precedida por la liberación del precio del gas proveniente de los campos de La Guajira (Resolución CREG 088 de 2013), que hasta entonces estuvo atado al precio internacional del Fuel oil.
AsimetrĆ­as y Distorsiones
Resulta que el denominado Precio de escasez, por determinación de la CREG tambiĆ©n quedó atado al precio del fuel oil, de modo que al liberarse el precio del gas se produjo un desacoplamiento de uno y otro. Precio de escasez que, como ya quedó dicho es el que sirve de “switch” el encendido de las tĆ©rmicas que a falta de gas se vieron forzadas a operar con diesel, combustible este diferente al que sirve de base para calcular el Precio de escasez. 

La asimetría del comportamiento de los precios del fuel oil, a la baja a consecuencia de la revolución de los esquistos en los EEUU y el diesel, que se debe importar con un dólar que se cotiza alrededor de los $3.000 debido a la parÔlisis de la Refinería de Cartagena y de contera debe transportarse por carrotanque debido a la pérdida de la navegabilidad del río Magdalena.
Entonces, la baja en el precio del fuel oil empuja hacia la baja el Precio de escasez, que pasó de $460 el KWH a $302 el KWH entre tanto el aumento del precio del diesel le encarece los costos de generación de la energía a los térmicos, que estÔn obligados a vender al Precio de escasez. Este descuadre entre el precio de la energía y el costo de generarla, que oscila entre los $400 y los $600 por KWH, es el que aducen los generadores que estÔn operando con combustibles líquidos para, según ellos, estar al borde de su inviabilidad financiera.
Como ya quedó dicho, las OEF se hacen exigibles a partir del momento en que el precio en Bolsa de la energĆ­a sobrepasa el Precio de escasez y el precio en Bolsa se disparó desde el 13 de septiembre y se trepó hasta el punto de llegar a cotizarse el 5 de octubre a $2.831 el KWH, mĆ”s del doble del primer escalón del costo de racionamiento, el cual resulta ademĆ”s de escandaloso inexplicable. Bien dijo la ContralorĆ­a General de la RepĆŗblica (CGR) que “esto significa que el paĆ­s estĆ” pagando por energĆ­a comprada en Bolsa, mĆ”s que si estuviera en racionamiento elĆ©ctrico” (Hoy Diario del Magdalena. Noviembre, 1 de 2015).
Ello pone de manifiesto fallas protuberantes en el Mercado mayorista, caracterizado por su opacidad, debido a la asimetría de la información de la cual disponen oferentes y demandantes de la energía. En ello influye también la gran concentración de la oferta de energía y la integración vertical de los principales agentes, lo cual da pié para que puedan ejercer poder de mercado.
Una clara manifestación de este es el hecho de que las empresas distribuidoras de energĆ­a buscan infructuosamente contratos de largo plazo que les permita cubrirse frente a las fluctuaciones de los precios en Bolsa, porque no hay oferta y por ello se ven forzadas a comprar gran parte de su energĆ­a en Bolsa al Precio de escasez, que es el mĆ”ximo permitido. 

En concepto del Presidente de Corona y experto en el tema Carlos Enrique Moreno, “los generadores solo hacen contratos de largo plazo sobre los activos cuyo costo variable es menor que el precio de mercado. Esto es, contratos sobre aprox 123 gwh/dia vs 190 demandados, que equivalen a aprox el 65% (energĆ­a firme de bajo costo). Al resto de la demanda no le ofrecen contratos de largo plazo y la envĆ­an a comprar diariamente en Bolsa”.
Los generadores que se comprometen con las OEF reciben a cambio el tan mentado Cargo por confiabilidad, orientado a garantizar la disponibilidad de energĆ­a en firme en los momentos de mayor stress del Sistema elĆ©ctrico, como el actual. El valor de la prima de este “seguro” se conoce como Precio de escasez, el mĆ”ximo que tendrĆ” que pagar la demanda. 

Las primera subasta de este cargo data desde 2008 y desde entonces los planes de expansión de la base de generación han tenido en el Cargo por confiabilidad su mayor aliciente. El Cargo por confiabilidad cobija por igual a generadores tĆ©rmicos e hĆ­dricos, sin embargo son estos los que le han sacado mejor partido, dado que sus reglas, como lo sostiene Carlos Enrique Moreno, “las reglas del Cargo por confiabilidad incentivan a las plantas hidroelĆ©ctricas a ofrecer en contratos solo la energĆ­a firme regulatoria, generando artificialmente un mercado de contratos deficitarios”.
AdemĆ”s, cabe preguntarse con Ć©l “quiĆ©n aprovecha la energĆ­a firme que le dan las tĆ©rmicas a las hidroelĆ©ctricas” y por quĆ© “este beneficio no es trasladado al usuario”, sino que mĆ”s bien esta “es una renta que se queda en las hidros”. 

SegĆŗn Moreno, “se estĆ” pagando un Cargo de confiabilidad mal diseƱado, que genera unas rentas extraordinarias a las hidroelĆ©ctricas y quiebra a las generadoras por lĆ­quidos”. Y con ello se estĆ”n propinando un tiro en el piĆ©, pues las hidros se sirven y necesitan de las tĆ©rmicas que le sirven de respaldo, ya que si estas llegan a fallar, las centrales hidroelĆ©ctricas tampoco estarĆ­an en capacidad de garantizar sus obligaciones de energĆ­a firme en el mediano plazo!
Se necesitan ajustes y correctivos
Esta transferencia de rentas entre los distintos agentes de la cadena debe corregirse, de manera que el mercado opere de manera eficiente y dƩ las seƱales de precio adecuadas tanto de escasez como de abundancia, minimizando cualquier impacto sobre la demanda de energƭa. AdemƔs, siendo que el Cargo por confiabilidad lo que remunera es la disponibilidad de la energƭa firme, por quƩ se le sigue pagando dicho cargo a plantas que en este momento, por el nivel crƭtico de sus embalses, no estƔn disponibles?
De allí que, tanto la Superintendencia de Servicios Públicos como la Contraloría General, ademÔs de constatar si las sumas recibidas por parte de los generadores por concepto del Cargo por confiabilidad se han invertido para garantizar dicha disponibilidad, deben averiguar, también, si las plantas que estÔn siendo remuneradas con el Cargo por confiabilidad estÔn disponibles.
Se impone, entonces, la necesidad de revisar la regulación en lo que atañe al diseño y la operatividad del Cargo por confiabilidad, ademÔs de introducirle ajustes a las reglas que rigen el funcionamiento del Mercado mayorista, de modo que este funcione de manera mÔs transparente y eficiente. Una propuesta que nos atrevemos a hacer es que las empresas receptoras del cargo por confiabilidad constituyan un Fondo o Bolsa de Estabilización de precios que se nutra con un porcentaje de dichos recursos, con miras a dar cobertura a desequilibrios financieros como los que han generado la actual crisis.
TambiƩn se pueden alimentar con las rentas extraordinarias a las que nos hemos referido anteriormente, en lugar de transferirse entre unos y otros agentes. Ello evitarƭa tener que decretar alzas en las tarifas que afectan el bolsillo de los usuarios y la competitividad del sector productivo.
Es urgente, ademÔs, abrir nuevas convocatorias que amplíen la capacidad de disponer de energía firme de bajo costo, que tanta falta hace y para ello es fundamental abrirle espacio a nuevos proyectos de plantas térmicas a carbón.
Adicionalmente, en lugar de desestimular la participación de las plantas no despachadas centralmente en el Cargo por confiabilidad, como lo hace la Resolución 138 de la CREG, se debe mÔs impulsarla y promoverla, como lo manda la Ley 1715 de 2014. Al castigarlas con un costo de $35 por KWH si se llegan a equivocar en la predicción de la energía en firme que generarÔn al día siguiente, no obstante las condiciones de incertidumbre en que opera por ejemplo la energía eólica, se le pone el freno de mano a su avance. En lugar de ponerle talanqueras a la implementación de la Ley 1715, la CREG debería imprimirle celeridad a su reglamentación para que pueda dar los frutos que de ella se esperan.

No hay comentarios:

Con la tecnologĆ­a de Blogger.