¡La Guajira está en la mira!
Ante las elecciones atípicas para escoger nuevo gobernador
“A pesar de existir muchos casos de corrupción, los cuales no podemos negar ni acolitar, en La Guajira los buenos y los honestos somos más”
Este domingo 6 de noviembre de 2016, el departamento de La Guajira está en la mira de funcionarios, autoridades electorales, y una gran audiencia, que a través de periodistas de los distintos medios nacionales de comunicación, esperan los resultados de las elecciones atípicas que darán como ganador al gobernador que tendrá a su cargo el destino administrativo de esta jurisdicción territorial.
¡Y no es para menos! Con la cifra aún no especificada de muertes de niños Wayuu, por causas asociadas a la desnutrición, los casos de corrupción denunciados, investigados y comprobados; gobernadores, alcaldes, funcionarios y representantes legales de ONG’s contratistas del Estado, que hoy están en la cárcel o son buscados para su judicialización. ¡No es para menos!

El país entero tiene la mirada puesta sobre La Guajira, departamento al cual algunos politólogos, periodistas e investigadores han estigmatizado, calificandolo como la ‘Tierra de nadie’, ‘Territorio donde la corrupción y la ilegalidad se campea libremente y sin límites legales’ y hasta, en aseveraciones tendenciosas han homologado su cultura, con la que imperaba en el lejano oeste, donde las palabras y cualquier asomo de honestidad en alguno de sus habitantes o visitantes, son acalladas por el fuego y el impacto mortal de las armas.
El departamento de La Guajira fue creado mediante acto legislativo de diciembre 28 de 1963, con vigencia a partir del 1º de julio de 1965. La ley 19 de 1964, es la que le confiere legítimamente su condición de unidad territorial.
Antes y después de erigirse en departamento, La Guajira estuvo olvidada del gobierno central durante mucho tiempo. El ostracismo era tal, que esta región fue mirada como una tierra donde nadie solía llegar por su extrema lejanía y la falta de adecuadas vías de comunicación.
Los recursos naturales que yacen en sus entrañas, (predominantemente carbón, gas y sal) hicieron que el gobierno colombiano, otros del hemisferio y empresas explotadoras dirigieran su mirada al territorio peninsular.
El Contrabando
La actividad económica que ancestralmente se ha manejado en La Guajira es el comercio, bajo cuyo amparo se han refugiado miles de familias indígenas Wayuu y ‘Alijunas’ para el ‘rebusque diario’ y poder llevar al seno de sus hogares, los recursos necesarios para sobrevivir.
Fue la práctica ancestral de esta actividad, la que en el resto del país llamó la atención de las autoridades y fue mirada con ‘malos ojos’, pues las personas que se dedicaban a usufructuar, no le generaban los impuestos que debían al estado colombiano, debido a una serie de connotaciones especiales, basadas en su total indefensión económica y su condición de territorio de frontera.
Para comprender mejor la evolución de esta actividad en el departamento de la Guajira, los remitimos a un estudio denominado Borradores de Investigación # 10, Pasado y presente del contrabando en la Guajira aproximaciones al fenómeno de ilegalidad en la región / Santiago González-Plazas. —Centro de Estudios y Observatorio de Drogas y Delito (CEODD). Facultad de Economía. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2008. 112 p.—(Serie Documentos. Borradores de Investigación; 10).
La Bonanza Marimbera
“Unidades del ejército descubrieron la plantación de marihuana más grande del mundo, en pleno corazón de la Guajira. Su extensión: ¡40 mil hectáreas!”
El departamento de La Guajira fue creado mediante acto legislativo de diciembre 28 de 1963, con vigencia a partir del 1º de julio de 1965. La ley 19 de 1964, es la que le confiere legítimamente su condición de unidad territorial.
Antes y después de erigirse en departamento, La Guajira estuvo olvidada del gobierno central durante mucho tiempo. El ostracismo era tal, que esta región fue mirada como una tierra donde nadie solía llegar por su extrema lejanía y la falta de adecuadas vías de comunicación.
Los recursos naturales que yacen en sus entrañas, (predominantemente carbón, gas y sal) hicieron que el gobierno colombiano, otros del hemisferio y empresas explotadoras dirigieran su mirada al territorio peninsular.
El Contrabando
La actividad económica que ancestralmente se ha manejado en La Guajira es el comercio, bajo cuyo amparo se han refugiado miles de familias indígenas Wayuu y ‘Alijunas’ para el ‘rebusque diario’ y poder llevar al seno de sus hogares, los recursos necesarios para sobrevivir.
Fue la práctica ancestral de esta actividad, la que en el resto del país llamó la atención de las autoridades y fue mirada con ‘malos ojos’, pues las personas que se dedicaban a usufructuar, no le generaban los impuestos que debían al estado colombiano, debido a una serie de connotaciones especiales, basadas en su total indefensión económica y su condición de territorio de frontera.
Para comprender mejor la evolución de esta actividad en el departamento de la Guajira, los remitimos a un estudio denominado Borradores de Investigación # 10, Pasado y presente del contrabando en la Guajira aproximaciones al fenómeno de ilegalidad en la región / Santiago González-Plazas. —Centro de Estudios y Observatorio de Drogas y Delito (CEODD). Facultad de Economía. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2008. 112 p.—(Serie Documentos. Borradores de Investigación; 10).
“Unidades del ejército descubrieron la plantación de marihuana más grande del mundo, en pleno corazón de la Guajira. Su extensión: ¡40 mil hectáreas!”
Este es un fragmento informativo de una nota publicada por la revista Semana, en su sección ESPECIALES | 1982/11/01 00:00, relacionada con el cultivo de marihuana en el departamento de La Guajira.
De nuevo la situación socioeconómica de La Guajira es el ‘caldo de cultivo’ para que muchos habitantes de esta península tomaran la decisión de ‘arriesgar el todo por el todo’. La utopía del enriquecimiento a través del dinero fácil, fue la motivación para que muchos campesinos fuesen tentados por los ‘capos’ para ceder sus tierras y prestar su mano de obra para la siembra de marihuana en los fértiles terrenos que se encuentran en las faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía de La Makuira, en jurisdicción del departamento de La Guajira.
Sobre este tema tomamos
de la página digital verdadabierta.com, el
siguiente texto:
La bonanza también tuvo gran acogida entre los agricultores de la costa norte colombiana, pues coincidió con una fuerte crisis de los cultivos de algodón, asociada con el auge del contrabando de telas de fibras sintéticas. Para 1974, según el informe de José Ignacio Lara, jefe del DAS en La Guajira, el 80% de los agricultores cultivaba marihuana y los salarios de los trabajadores del campo se multiplicaban por seis. Los cultivos se extendieron a municipios de los departamentos de Magdalena y Cesar”.
La Corrupción
“Los líos que enredan a los últimos cinco gobernadores guajiros”
Bajo este titular, en la sección LA GUAJIRA, del 23 de octubre de 2013, elheraldo.co, publica lo siguiente:
“Dos mandatarios
tras rejas y otros investigados es el panorama”, y renglón seguido añade:
En el período 1997 y 2013 pasaron por el Palacio de La Marina profesionales con diferentes perfiles, que al final de sus mandatos dejaron huellas comunes: sus líos administrativos, unos de carácter fiscal, otros de índole disciplinaria; y los que definitivamente lograron fusionar todos estos vicios que atacan la política, y terminaron procesados tanto disciplinaria, fiscal, como penalmente.
Hoy La Guajira tiene a dos de sus mandatarios tras las rejas. Uno condenado y otro con medida de aseguramiento con serias imputaciones que mezclan acciones de corrupción en el desempeño de sus funciones y conductas penales agravadas.
Leer más sobre “Los líos que enredan a los últimos cinco gobernadores guajiros”
elheraldo.com
Las muertes de niños Wayuu por enfermedades asociadas a la desnutrición, es otro de los temas que ocupan las páginas de los grandes medios nacionales, al punto que organizaciones de ayuda internacionales, al tener conocimiento de la situación, han tomado cartas en el asunto, para hacer llegar sus aportes a las comunidades indígenas que viven en condiciones de extrema pobreza.
A lo anterior se suma que varias organizaciones y entidades encargadas de proveer alimento a los niños Wayuu mediante los contratos suscritos con los gobiernos nacional, departamental y local, también están siendo cuestionadas por corrupción, al extremo que muchos están siendo investigados y judicializados.

Así titula eltiempo.com un artículo publicado a la 1:30 a.m. | 6 de noviembre de 2016, sobre las muertes de niños Wayuu, por causas asociadas a la desnutrición:
“69 niños
muertos por hambre en La Guajira”
Las
prácticas culturales y falta de servicios básicos aún pesan en la desnutrición
de los menores.
A pesar de la intervención del Gobierno en La Guajira, los niños indígenas de este departamento se siguen muriendo por desnutrición. En el 2014, el Instituto Nacional de Salud reportó 48 menores de edad muertos por esta causa; el año pasado fueron 37, y en el 2016 ya van 69.La última muerte ocurrió el jueves. El niño tenía un año, pertenecía a la comunidad Plan Bonito, zona rural de Riohacha, y su padre no dejó que fuera trasladado a un centro de salud.
Son estos temas álgidos, los que de una u otra forma han puesto a La Guajira en el ‘banquillo de los acusados’ y en la picota pública’, pero el pueblo guajiro, los ciudadanos de bien, - que somos la mayoría -, no logramos explicarnos por qué la prensa nacional estigmatiza a toda una comunidad, acusandola globalmente de complicidad y deshonestidad, porque tenemos la firme convicción que a pesar de existir muchos casos de corrupción, los cuales no podemos negar ni acolitar, en La Guajira los buenos y los honestos somos más.
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