Perdimos el rumbo y el ‘jogo bonito’
Por
Ignacio Rafael
Escudero Fuentes
Ex futbolista de la
selección juvenil de Colombia, Chile 1974.
Cuando se tomó la decisión de traer cuerpo técnico extranjero para la selección de fútbol de Colombia, con miras al mundial de Brasil 2015 y las eliminatorias a Rusia 2018, después de ensayar con varios entrenadores colombianos se debió que, aparte de temerosos y cobardes se dejaron corromper por la rosca (cada dirigente tiene su recomendado).
Estaban más interesado en promover jugadores para hacerlos vendibles al extranjero por las jugosas transacciones que obtener buenos resultados para el mundial. Al parecer eso pasa en el seleccionado actualmente por eso los bajos resultados que alejan la posibilidad de la clasificación. Si no es cierto ojalá esté equivocado, ¿por qué carajo el profe insiste en jugar para no jugar?, ¿Porque cada partido es un equipo diferente? Pero el desastre se vio con la defensa renovada, nueva e inexperta: sacrificado el ‘Gran David’.
Pekerman, que llegó y gustó por sus resultados deportivos, la ‘vitrina pública’ en que convirtió a los muchachos en el fútbol mundial, los llevó a Brasil 2015, hizo pensar que su permanencia en la selección sería hasta su jubilación, pero todo indica que no será así. Salvo que reconsidere lo hecho hasta ahora en estas eliminatorias. Digo esto porque pareciera que al argentino se le olvido el futbol o los ‘mecenas’ no dejan que actúe con autonomía propia.
Eso se refleja en los jugadores que ingresan al terreno de juego en cada partido sin tiempo de juego e inexpertos. De local jugamos al empate y de visitante también. El juego es plano pura marca, no coloca jugador que marque diferencia, haga la pausa, filtre pase, triangule conforme pequeñas sociedades, asista. Perdimos creatividad y sorpresa en la Selección por eso estamos como estamos.
La clasificación cada día parecería un sueño. El panorama es sombrío, el clima en todo el territorio nacional con fuertes nubarrones presagiaran la debacle del seleccionado, salvo que replanteen varios aspectos. Eso es necesario y urgente. No podemos seguir como estamos y jugamos a nada. No tenemos regularidad y una idea clara de juego a la selección. Hoy amanecimos por fuera y goleada por una Argentina que revivió con el 3 x 0, de la mano de Leo Messi, hizo uno y dos asistencia, indiscutiblemente el mejor del partido.
En 2017, se definirán los clasificados para el próximo Mundial y Colombia deberá ganar por lo menos cuatro de los seis partidos que restan para clasificar. Es decir, que deberá sumar todos los puntos que le quedan en casa y por lo menos tres unidades de los duelos que le quedan afuera. Tarea nada fácil y poco probable si tenemos en cuenta que la cafetera como equipo de local juega al empate y visitante también, o sea, estamos por fuera del mundial. Perdimos el rumbo, jugamos al estilo paraguayo, fuerza, marca y ninguna creatividad. Así no vamos a ningún Pereira, perdón Rusia 2018.
La selección debe recuperar su juego que la hizo famosa, ubicándola en los puestos privilegiados en el ranking de la FIFA. Tiene los jugadores para lograrlo.
En el calendario hay solo dos partidos en el primer semestre, frente a Bolivia en Barranquilla y ante Ecuador en Quito a finales de marzo. Luego se definirá todo entre septiembre y octubre. En esas dobles jornadas el equipo jugará en primera instancia ante Venezuela como visitante y en condición de local ante Brasil. Finalmente, Colombia recibirá a Paraguay y cerrará ante Perú en Lima el 10 de octubre.
No comparto la idea de cambiar cuerpo técnico a esta altura de las eliminatorias. Pero requerimos de Pékerman cambio de actitud y devuelva a la cafetera el rumbo perdido y ‘jogo bonito’ como en Brasil 2015.
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