Valiente y solidario
Por
Ignacio Rafael Escudero Fuentes
Abogado Especialista en I.J.P. y
Derecho Público Uninacional-Docente Uniguajira
El fútbol, deporte de multitudes, amores y pasiones se vistió de luto cuando el 28 de noviembre un avión de la aerolínea boliviana LaMia que transportaba la plantilla del equipo de fútbol brasileño Chapecoense se estrelló cerca al aeropuerto de Medellín, dejando 71 muertos y seis sobrevivientes.
Los antioqueños, colombianos en general, asumimos la tragedia como nuestra, reflejado en la inmediatez de llegadas de autoridades, rescatistas y civiles que permitió salvar vidas frente a tamaña tragedia.
Además, del reconocimiento al grupo de personas que llegaron al sitio del siniestro aéreo hay que resaltar el arrojo, valentía y solidaridad de un niño campesino residente en la zona, sin importar las adversidades del terreno, la oscuridad y las condiciones climáticas se ofreció y guio a las autoridades de Policía y Ejército por caminos inaccesibles al sitio donde se encontraba el avión siniestrado y vaya sorpresa, con sobrevivientes.
Se trata del niño Johan Alex Ramírez, quien con su familia por cosas del destino y su proximidad al sitio del accidente pudieron ser víctima de tamaña tragedia pero gracias a Dios sobrevivió, no obstante que su familia campesina residente en la zona perdió los cultivos que tenían.
Esta nota que, me inspira resaltar la valentía, pero sobretodo el sentido de solidaridad que se manifestó en esa criatura que no le importó las condiciones climáticas adversas, lo agreste del terreno y la tenebrosa e intimidante penumbra para guiar a quienes no tenían el más mínimo conocimiento del terreno al sitio del desastre lo que permitió salvar seis vidas. Definitivamente, deben declararlo un héroe porque ellos también existen.
Las autoridades brasileñas han expresado agradecimiento de todas fprmas al pueblo antioqueño, por las siguientes razones:
Primero
Por el acto de nobleza y solidaridad del Club ‘Verdolaga’, que solicitó a la CONMEBOL otorgar al club en desgracia el título de Campeón Suramericano como en efecto ocurrió, lo que, significó obtener un premio económico de dos millones de dólares.
Segundo
Por la jugosa taquilla recolectada del clásico español entre Real Madrid y Barcelona que terminó empatado a un gol por bando.
Tercero
Por la solidaridad mundial, que permitirá al club recomponer las finanzas y la nueva plantilla guerrera como los que hoy no están con nosotros, pero si a la diestra del todopoderoso.
Traigo a colación el anterior comentario de un hecho doloroso que enlutó a la familia del fútbol en el mundo para referirme al reconocimiento que las autoridades brasileñas harán a los rescatistas el día 16 de diciembre como expresión de gratitud.
El señor gobernador del departamento de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, solicitó mediante oficio enviado al señor Embajador de Brasil en Colombia, Julio Bitelli que entregara el reconocimiento a Johan, "el niño es símbolo de los antioqueños solidarios, nobles, trabajadores y serviciales, siempre atentos a servir a sus semejantes", puntualizó.
El funcionario dijo además que el reconocimiento, ayudará "a forjar en los demás niños, niñas y adolescentes la cultura de la solidaridad y del bien común, que nos ayudará a superar las dificultades y a entendernos como hermanos".
Lo hecho por Johan, excepcional a su prematura edad que seguro estoy, pocos adultos lo harían frente al temor que produce la magnitud de la tragedia no se debe quedar simplemente con una medalla y despliegue publicitario de más de uno para tomarse la foto, sino acompañado de la entrega por parte de las autoridades antioqueñas (gobernador - alcalde) y el gobierno nacional, de una vivienda digna a su familia con un subsidio para recuperar el cultivo destruido por el impacto del avión,
a Johan, una beca de estudio integral a la universidad para que fortalezca ese espíritu valiente y solidario y adquiera los saberes y competencias para desarrollar lo que sabe hacer, que es trabajar el campo.
De no ser así, el reconocimiento seria otro más donde los héroes pasan al anonimato con una medalla que al final no contribuye al mejoramiento de su calidad de vida ni sirve de estímulo para que se comporte en el resto de su vida, como lo que es: ¡HÉROE!
Ignacio Rafael Escudero Fuentes
Abogado Especialista en I.J.P. y
Derecho Público Uninacional-Docente Uniguajira
El fútbol, deporte de multitudes, amores y pasiones se vistió de luto cuando el 28 de noviembre un avión de la aerolínea boliviana LaMia que transportaba la plantilla del equipo de fútbol brasileño Chapecoense se estrelló cerca al aeropuerto de Medellín, dejando 71 muertos y seis sobrevivientes.
Los antioqueños, colombianos en general, asumimos la tragedia como nuestra, reflejado en la inmediatez de llegadas de autoridades, rescatistas y civiles que permitió salvar vidas frente a tamaña tragedia.
Además, del reconocimiento al grupo de personas que llegaron al sitio del siniestro aéreo hay que resaltar el arrojo, valentía y solidaridad de un niño campesino residente en la zona, sin importar las adversidades del terreno, la oscuridad y las condiciones climáticas se ofreció y guio a las autoridades de Policía y Ejército por caminos inaccesibles al sitio donde se encontraba el avión siniestrado y vaya sorpresa, con sobrevivientes.
Se trata del niño Johan Alex Ramírez, quien con su familia por cosas del destino y su proximidad al sitio del accidente pudieron ser víctima de tamaña tragedia pero gracias a Dios sobrevivió, no obstante que su familia campesina residente en la zona perdió los cultivos que tenían.
Esta nota que, me inspira resaltar la valentía, pero sobretodo el sentido de solidaridad que se manifestó en esa criatura que no le importó las condiciones climáticas adversas, lo agreste del terreno y la tenebrosa e intimidante penumbra para guiar a quienes no tenían el más mínimo conocimiento del terreno al sitio del desastre lo que permitió salvar seis vidas. Definitivamente, deben declararlo un héroe porque ellos también existen.
Las autoridades brasileñas han expresado agradecimiento de todas fprmas al pueblo antioqueño, por las siguientes razones:
Primero
Por el acto de nobleza y solidaridad del Club ‘Verdolaga’, que solicitó a la CONMEBOL otorgar al club en desgracia el título de Campeón Suramericano como en efecto ocurrió, lo que, significó obtener un premio económico de dos millones de dólares.
Segundo
Por la jugosa taquilla recolectada del clásico español entre Real Madrid y Barcelona que terminó empatado a un gol por bando.
Tercero
Por la solidaridad mundial, que permitirá al club recomponer las finanzas y la nueva plantilla guerrera como los que hoy no están con nosotros, pero si a la diestra del todopoderoso.
Traigo a colación el anterior comentario de un hecho doloroso que enlutó a la familia del fútbol en el mundo para referirme al reconocimiento que las autoridades brasileñas harán a los rescatistas el día 16 de diciembre como expresión de gratitud.
El señor gobernador del departamento de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, solicitó mediante oficio enviado al señor Embajador de Brasil en Colombia, Julio Bitelli que entregara el reconocimiento a Johan, "el niño es símbolo de los antioqueños solidarios, nobles, trabajadores y serviciales, siempre atentos a servir a sus semejantes", puntualizó.
El funcionario dijo además que el reconocimiento, ayudará "a forjar en los demás niños, niñas y adolescentes la cultura de la solidaridad y del bien común, que nos ayudará a superar las dificultades y a entendernos como hermanos".
Lo hecho por Johan, excepcional a su prematura edad que seguro estoy, pocos adultos lo harían frente al temor que produce la magnitud de la tragedia no se debe quedar simplemente con una medalla y despliegue publicitario de más de uno para tomarse la foto, sino acompañado de la entrega por parte de las autoridades antioqueñas (gobernador - alcalde) y el gobierno nacional, de una vivienda digna a su familia con un subsidio para recuperar el cultivo destruido por el impacto del avión,
a Johan, una beca de estudio integral a la universidad para que fortalezca ese espíritu valiente y solidario y adquiera los saberes y competencias para desarrollar lo que sabe hacer, que es trabajar el campo.
De no ser así, el reconocimiento seria otro más donde los héroes pasan al anonimato con una medalla que al final no contribuye al mejoramiento de su calidad de vida ni sirve de estímulo para que se comporte en el resto de su vida, como lo que es: ¡HÉROE!
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