¡Le brindaron tinto y otra cosa más...!
Las Vainas De Mi Gente
Un señor ya fallecido y pariente mío, el cual era muy correcto, respetuoso, franco y directo, tenía un caracter que se caracterizaba por la sinceridad, aún cuando lo que dijera le costara perder una amistad.
En cierta ocasión fue a visitar a un compadre que trabajaba con él y no se encontraba en casa. La mujer del compadre lo atendió y le brindo tinto al tiempo que se le insinuaba amorosamente.
Él le siguió el juego, terminando teniendo sexo. Al acabar, él se despidió y le dijo que iba a ver si se veía con el compadre. En efecto, una cuadra más adelante lo encontró, lo saludó y el compadre le preguntó de dónde venía y le dijo:
"Vengo de su casa. Lo andaba buscando"
- ¿Mi mujer lo atendió...Le brindó tinto?, le preguntó.
"Si y otra cosa más...", le dijo.
- ¿Cómo? Le pregunta el compadre.
"Como lo oyó compadre. Me dio tinto y otra cosa màs..."
El hombre serio le dice:
- ¡Vamos para mi casa!
Se dirigieron hacia allá y al llegar, la mujer les dijo:
¿Se encontraron?
El marido serio, le pregunta:
- ¿Mi compadre estuvo aquí?
"Si, y le brindé tinto", respondió la mujer.
"Tinto y otra cosa más...", la interrumpió el compadre.
La mujer quedó muda y el marido le dijo al compadre:
- ¡Váyase de mi casa y no vuelva más!
"Me voy y usted no trabaja más conmigo ¡gran cabrón¡"
Y se marchó, con la satisfacción del deber cumplido.
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