En el primer aniversario de mi amada e inolvidable prima, Ana Elizabeth Mendoza Arredondo
Mujer Virtuosa y Deportista: Ana Elizabeth Mendoza Arredondo
Por Lindantonella Solano Mendoza
"Mujer virtuosa... ¿Quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
Prov. 31: 10"
Nació de la unión matrimonial del empresario de la construcción, José Manuel Mendoza y Yolanda Arredondo de Mendoza. Este fue su primer núcleo familiar.
Ana Elizabeth se distinguió por su solidaridad, nobleza, optimismo, alegría, humor y empatía. Fue una persona inteligente, profesional especialista de la odontología.
Gozaba de excelente salud, al igual que su inseparable hermana gemela, Ana Maritza Mendoza y sus hermanos José Raúl, Rosmery, Yolanda, Yacith y María, nacidos de un núcleo familiar constituido por buenos valores, capacidad para crear emprendimientos, creyentes y amantes de hacer el bien a todo los que les rodean.
En forma inesperada, por causas del destino hace un año el Todopoderoso la acogió en su regazo con esa fragancia de lirio que es inmarchitable en la memoria y en el corazón de sus familiares, esposo, hijos y amigos que la conocieron y tuvieron la dicha de disfrutar de su compañía.
Ana Elizabeth fue una mujer que desde su condición de hija, hermana, esposa, madre y amiga, dejó huellas imborrables durante su ciclo vital.
Unió su vida a Jorge Rodríguez, con el cual concibió tres frutos de amor. Sus hijos Jorge, José y Javier, son profesionales formados para el bien de la humanidad. Cada uno de ellos con su talento y entrega a sus labores, trabajan en favor de los demás. Así, después de un tiempo se ve el buen cultivo que hicieron su padre y madre abnegada, generosa, detallista y amorosa.
En este día, viernes 26 de julio, cuando se cumple el primer aniversario de su partida, cada ser con el cual compartió durante su paso terrenal, tiene una palabra de amor, anécdotas y vivencias para recordar.
Donde iba, Ana Elizabeth se distinguía por la pasión hacia su familia, amigos y por la natación, actividad deportiva en la cual compartió y disfrutó su último día con ese colectivo que la mantiene viva, recordando su nobleza, don de gentes, carisma y belleza espiritual.
Cuando el Dueño de La Vida le hizo el llamado para volver a su regazo, se inició una marcha hacia las pascuas celestes, ese lugar donde hay calles de oro y mar de cristal. Allí donde las cargas se esfuman y se vive la Eterna Paz...
Es allí, donde el amor infinito es una lluvia constante para aquel que, en el propósito divino, alcanzó su vida como un luminar. Por eso el dia en que subiste a la casa de Nuestro Padre, se abrieron las ventanas de los cielos y como a Noe, un arco iris del pacto de salvación, abrió tu paso hacia la eternidad.
Que el Espíritu Santo le regale aun más fortaleza a tu señora madre, a tus hermanos, esposo, hijos, familiares y a tu inmenso grupo de amigos, que añora tu presencia física en el plano terrenal.
Que el Todopoderoso junto con todos los santos, ángeles y seres amados que te antecedieron en la partida, reconforten y protejan desde lo alto, desde mas alla del sol, desde ese hogar celestial, a todos los que te amamos aquí en la tierra.
El Buen Pastor Jesús está gozoso de tener en la Casa Celestial, a Ana Elizabeth Mendoza Arredondo, esa hija, hermana, esposa, madre y amiga virtuosa, a quien llamó desde la tierra, a disfrutar de su amor infinito e inefable presencia, por toda la eternidad.
Ana Elizabeth Mendoza Arredondo |
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