Coraje y sentimiento patrio


Por:
Ignacio Rafael Escudero Fuentes
Ex futbolista de la SelecciĆ³n Juvenil de FĆŗtbol de Colombia, Chile 1974

Durante los actos protocolarios del partido de la SelecciĆ³n Colombia y Costa de Marfil, cuyo marcador fue 2 x 1 a favor de los cafeteros, en la entonaciĆ³n del himno del paĆ­s africano, el jugador Serey Die, irrumpiĆ³ con un desconsolador llanto, a los pocos minutos las redes sociales se congestionaron con la noticia del fallecimiento del padre del mundialista marfileƱo.

La cĆ”mara lo enfocĆ³ en varias oportunidades. Sin embargo el incontrolable llanto no se debiĆ³ al deceso de su padre como se dio a conocer por las redes sino al sentimiento patrio que sentĆ­a al escuchar el himno de su paĆ­s en tierras lejanas y en el evento deportivo mĆ”s popular y grande del mundo.

El astro del futbol marfileƱo en su perfil de Instagram manifestĆ³ entre otras "Hola solo decir que es falso todo lo que dicen, mi padre porque muriĆ³ en 2004, son solo las emociones y el orgullo de ser de Costa de Marfil y de servir a mi paĆ­s lo que me ha hecho llorar...”.

Esta actitud del joven futbolista del paĆ­s de los elefantes, es recurrente en los eventos deportivos, cuando se viste la camiseta con los colores del paĆ­s de origen en eventos deportivos, sobre todo en este caso nada mĆ”s y nada menos que en el Mundial de FĆŗtbol Brasil 2014.

Algunos muchachos al momento previo y durante la entonaciĆ³n del himno patrio experimentan angustia, escalofrĆ­o, ansiedad, pĆ”lpitos, sudoraciĆ³n copiosa y repentina, a todos, o mĆ”s bien la mayorĆ­a lo invade un temblor generalizado imperceptible a tercero, otros como el caso de Serey Die lo dominĆ³ un espontĆ”neo e incontrolable llanto, tal como dijo “…son solo las emociones y el orgullo de ser de Costa de Marfil y de servir a mi paĆ­s lo que me ha hecho llorar...”

¿QuiĆ©n dijo que los hombres no lloran? Claro que lloramos tanto como nuestras mujeres, pero a nuestro estilo, le lloramos al amor, desamor, al olvido, desesperanza, la injusticia, la ingratitud, tambiĆ©n lloramos cuando tenemos la gran responsabilidad de defender la tricolor en eventos deportivos, como lo supo hacer el marfileƱo: coraje, patriotismo y pundonor deportivo fue lo que invadiĆ³ todo su cuerpo al sentir las notas musical del himno de su paĆ­s.

A mis innumerables lectores les confieso que, cuando representĆ© al paĆ­s en el torneo Suramericano de FĆŗtbol en Chile, el dĆ­a que jugamos con Brasil en los actos protocolarios, sobre todo cuando escuchaba altos parlantes del estadio el himno de Colombia, no llorĆ© como ocurriĆ³ con el marfileƱo, pero si me invadiĆ³ una angustia y espesa sudoraciĆ³n, crĆ©anme, pensĆ© que, me iba a dar la pĆ”lida.

Esto es recurrente en el quehacer diario del hombre. Sea en la vida acadĆ©mica, polĆ­tica, administrativa y la deportiva, inclusive, pero cuando rueda el balĆ³n que, el futbolista entra en contacto con Ć©l, retorna la tranquilidad, te olvidas de tu gente y entorno, para concentrase en el adversario, los once que tiene al frente. 
Estos momentos hay que vivirlos para entenderlos y contarlos.

Adenda 1: Clasificamos antes de terminar la ronda y pienso que pasamos de primero y haremos 9 de 9.

Adenda 2: Como en futbol 2+2 no son 4, el ejemplo Inglaterra campeĆ³n mundial en 1966, estĆ” eliminada en primera ronda.

Adenda 3: EspaƱa campeĆ³n mundial en SudĆ”frica 2010, con el fĆŗtbol mĆ”s vistoso y costoso del mundo, en la primera rondad, quedĆ³ sin Copa y sin Rey.

Adenda 3: Siempre he sido hincha de Brasil, pero no juega bien y podrĆ­a darse otro “Maracanazo”.



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