Presidente Santos se posesiona este jueves 7 de agosto
El presidente Juan Manuel Santos, el hombre que le apostĆ³ todo su caudal polĆtico y su prestigio como gobernante a la bĆŗsqueda de la paz, se posesionarĆ” en la tarde de este jueves por segunda vez como Jefe de Estado en una ceremonia cargada de sĆmbolos referentes al fin de la guerra. HabrĆ”, incluso, un himno por la paz.(Paz, el eje transversal entre Santos I y Santos II)
Santos tiene la decisiĆ³n de pasar la pĆ”gina de la violencia en Colombia y dejarla en los anaqueles de la historia, y para ello quiere que distintos sectores civiles, empresariales, sociales y polĆticos, incluida la oposiciĆ³n, lo respalden.
Si en su primer mandato luchĆ³ por consolidar un proceso de salida polĆtica a mĆ”s de 50 aƱos de guerra, en el segundo quiere que el paĆs transite hacia el posconflicto y se desarrolle una agenda de cambio social, que le permita ganarse ese lugar en la historia para el que se viene preparando desde hace varios aƱos.(No se avizoran muchos cambios en el gabinete del Presidente)
Esto estarĆ” reflejado en la ceremonia de toma de mando de este miĆ©rcoles, que iniciarĆ” pasadas las 3 de la tarde, la cual –segĆŗn diversas fuentes– estarĆ” marcada por una serie de actos simbĆ³licos que el propio Santos pidiĆ³ realizar. Todos, por supuesto, reflejarĆ”n su incansable lucha por lograr la paz.
Si bien no trascendieron mayores detalles sobre esos actos, se conociĆ³ que la mayorĆa de ellos –que algunos han catalogado como “una sorpresa”– se realizarĆ”n durante los honores militares al final de la ceremonia de posesiĆ³n. (Los aciertos y desaciertos del primer mandato de Santos)
El signo que identifica a Santos, y siempre lo carga en la solapa de sus vestidos –al igual que la mayorĆa de sus funcionarios–, es una paloma. Ese sĆmbolo asumirĆ” este jueves diversas formas. (El 'curubito' de los 14 repitentes en la Presidencia de Colombia)
A diferencia de hace 4 aƱos, cuando volĆ³ sobre el mediodĆa a la Sierra Nevada de Santa Marta para tomar posesiĆ³n simbĆ³lica ante las autoridades indĆgenas, esta vez solo estarĆ” en el acto oficial de la Plaza NĆŗƱez, en el Capitolio, donde lo acompaƱarĆ”n 128 delegaciones internacionales (105 paĆses y 23 organismos multilaterales).
La ceremonia se prepara desde hace varias semanas con especial cuidado. Los invitados estarĆ”n en la Plaza de Armas de Palacio y desde allĆ verĆ”n a Santos, ubicado en una tarima en la que el presidente del Senado, JosĆ© David Name, le impondrĆ” la banda presidencial. (GermĆ”n Vargas Lleras, un vicepresidente frentero)
El protocolo ha tenido tal rigor, que el lĆder del Congreso tuvo que efectuar varios ensayos del momento.
La agenda es sencilla. El Congreso pleno estĆ” citado para la 1 de la tarde. Se designarĆ” una comisiĆ³n para que se desplace hasta Palacio a recoger al mandatario. Se le impondrĆ” la banda, hablarĆ” el presidente del Congreso y luego el Jefe de Estado, y finalizarĆ” la ceremonia con honores militares.
El reelecto mandatario, ante mĆ”s de 2.000 invitados, insistirĆ” en que la bĆŗsqueda de la paz estĆ” por arrojar frutos concretos y que, para consolidarlo, necesitarĆ” apoyo interno y de la comunidad internacional.
El eje central de su discurso serĆ” el de la “unidad nacional para la paz”, que se complementarĆ” con la necesidad de impulsar una intensa agenda de cambio social que permita materializar los logros que se espera arroje el fin del conflicto interno. (Sondeo: ¿QuĆ© espera de los prĆ³ximos aƱos de 'Juanpa')
Santos quiere enviar un mensaje claro para convocar el apoyo de sectores de la oposiciĆ³n a los diĆ”logos de La Habana. Incluso, no se descarta que revele algunos nombres de quienes estarĆan dispuestos, desde orillas ideolĆ³gicas distintas a la suya, a respaldar e impulsar el proceso de paz.
En las Ćŗltimas semanas se ha visto a un Presidente reflexivo y haciendo varias consultas sobre los aspectos de trabajo que debe rectificar para su segundo mandato. Por eso ha delineado personalmente su discurso de posesiĆ³n y ha compartido con miembros cercanos de su equipo algunos de estos conceptos.
Otro mensaje claro es la relevancia que para su segundo periodo en la Casa de NariƱo tendrĆ” el campo y asĆ lo dirĆ” este jueves. SerĆ” un frente prioritario de trabajo para el prĆ³ximo cuatrienio, donde designĆ³ como ministro a un hombre de su confianza. (128 delegaciones extranjeras estarĆ”n en posesiĆ³n de Santos)
Por supuesto que habrƔ mƔs temas, pero en plata blanca lo que quiere Santos es notificar el camino que seguirƔ para pasar a la historia logrando la paz.
TendrƔ una maƱana de mucha tranquilidad
La maƱana del presidente Juan Manuel Santos transcurrirĆ” este jueves en familia, con actividades privadas y preparĆ”ndose para la ceremonia en la que oficializarĆ” esta tarde el inicio de su segundo mandato. (Vea aquĆ una galerĆa del cĆrculo Ćntimo de Juan Manuel Santos)
Sobre las 10, tendrĆ” una ceremonia religiosa en la capilla de la Casa de NariƱo, a la que solo asistirĆ”n sus mĆ”s cercanos colaboradores. Como buen catĆ³lico, le pedirĆ” a Dios que le ayude a consolidar su apuesta, la paz, y que los cuatro aƱos que comienza desde este jueves sean la base para que el paĆs transite sin mayores contratiempos hacia el posconflicto.
Hacia el mediodĆa, almorzarĆ” en la casa privada de Palacio, y a pasada la 1 de la tarde, hora en la que se reĆŗne el Congreso pleno para tomar juramento al mandatario, estarĆ” a la espera de la comisiĆ³n que se desplazarĆ” a la Casa de NariƱo para llevarlo a la plaza NĆŗƱez, en el Capitolio, a la toma de mando. Luego de la posesiĆ³n, sobre las 5:30 de la tarde, ofrecerĆ” una recepciĆ³n en la Plaza de Armas de Palacio, como agradecimiento a los invitados y a las 128 delegaciones extranjeras que hicieron presencia.
UniĆ³n es la fortaleza de la familia presidencial
“Somos un solo equipo”, es una de las tantas frases que ha repetido en diferentes ocasiones la familia Santos RodrĆguez y que han caracterizado su uniĆ³n durante los cuatro aƱos de gobierno.
Pero esta fuerza no ha estado soportada Ćŗnicamente por las palabras. Los hechos han vuelto tangible la voluntad de la familia Santos, encabezada por el Presidente y por la primera dama, MarĆa Clemencia RodrĆguez, por hacer de la suya no solo el sĆmbolo del apoyo en los momentos mĆ”s difĆciles del mandato presidencial y de la campaƱa por el segundo periodo en este cargo, sino de la solidez que se espera dentro del grupo familiar.(En el cĆrculo Ćntimo de Juan Manuel Santos)
La cohesiĆ³n entre los Santos RodrĆguez fue evidente para el paĆs durante los momentos mĆ”s duros de la enfermedad del Presidente y sirviĆ³ para superar los vientos en contra cuando las encuestas dejaban segundo al entonces candidato.
Incluso, se prestĆ³ para ironizar a travĆ©s de las redes sociales en contra de sus detractores polĆticos como JosĆ© Obdulio Gaviria y el mismo Francisco Santos, primo hermano del Jefe de Estado.(El Presidente, bajo la lente de los fotĆ³grafos)
Sin embargo, mĆ”s allĆ” del Ć”mbito polĆtico, los cinco miembros de la familia presidencial han sido un ejemplo del ideal de familia tradicional colombiana, donde las cabezas del hogar llevan las riendas con su arduo trabajo y los hijos son modelos de disciplina y dedicaciĆ³n.
Mientras MartĆn, el mayor de los tres hijos, estuvo vinculado activamente a las dos campaƱas de su padre, MarĆa Antonia ha llevado una satisfactoria carrera universitaria en Estados Unidos, y Esteban, el menor, prestĆ³ el servicio militar, el cual culminĆ³ pocos meses antes de las Ćŗltimas elecciones.
“A esta tarea lleguĆ©, y en ella sigo, por amor”, dijo ‘Tutina’ (mote con el que es mejor conocida MarĆa Clemencia RodrĆguez) cuando su esposo se decidiĆ³ por la vida polĆtica y ella se comprometiĆ³ a progresar junto a Ć©l en esta empresa. Hasta ahora ha cumplido con su palabra.
Fue la misma MarĆa Clemencia quien hace cuatro aƱos, cuando todos los miembros de su familia estaban juntos en BogotĆ”, instaurĆ³ el denominado “consejo de familia”, una reuniĆ³n semanal en la que su familia se congregaba, todos los miĆ©rcoles, para que Juan Manuel Santos mantuviera la costumbre familiar de compartir con sus hijos diferentes actividades.
Pese a que los retos que se le vienen al Presidente aumentarƔn con este segundo mandato, Ʃl seguramente seguirƔ encontrando dentro de su familia, y con espacios como los consejos, la forma de conservar las fuerzas para otros cuatro aƱos desde la Casa de NariƱo.
EL TIEMPO
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