Sindicatos y gremios rechazan reducción de jornada laboral diurna
Gobierno plantea que recargo nocturno se pague desde las 8 de la noche y no desde las 6 de la tarde.
Por: ECONOMÍA Y NEGOCIOS |
Foto: Archivo particular
Por primera vez, la Comisión de Concertación tuvo una sesión pública. El protagonismo se lo llevó el plantel Ejecutivo sobre la jornada laboral.
La propuesta del Gobierno de reducir en dos horas la jornada laboral diurna, es decir, establecerla entre las seis de la mañana y las ocho de la noche y no las diez, como ahora, fue rechazada, por motivos diferentes, por los gremios empresariales y los trabajadores.
El enojo de las centrales obreras, que calificaron la iniciativa oficial de “conejo a los trabajadores”, aumentó cuando supieron que los pensionados seguirán aportando de su mesada el 12 por ciento para salud y no el 4 por ciento, que, dijeron sus voceros, fue lo que se acordó con el presidente Juan Manuel Santos el 30 de diciembre del año pasado en Cartagena.
Los empresarios, por su parte, manifestaron que, con una reforma tributaria encima que mantendrá el impuesto al patrimonio con el nombre de ‘impuesto a la riqueza’, se quedaron “sin margen de maniobra” para responder por la disminución de dos horas en la jornada laboral diurna –aumento de dos horas en el periodo nocturno–.
“De la misma manera que el Gobierno dice que no tiene plata para financiar la reducción del aporte a salud de los pensionados, que fue acordado en el 2013, los empresarios decimos que no tenemos plata para responder por el cambio de la jornada de trabajo”,manifestó el vicepresidente jurídico de la Andi, Alberto Echevarría.
La posición del Gobierno fue dada a conocer por el ministro del Trabajo, Luis Eduardo Garzón, en la primera sesión de la Comisión de Concertación de Políticas Laborales y Salariales en el segundo mandato de Santos y en la cual participan los empresarios y los trabajadores.
Según Garzón, la propuesta de nueva jornada laboral tuvo en cuenta muchas variables, entre las cuales está la no afectación del empleo. Por esas dos horas nocturnas adicionales, los 397.000 trabajadores que se beneficiarían recibirían cada uno 69.000 pesos mensuales, en promedio, que en un año significarían un total de 320.000 millones de pesos, que tendrían que pagar los empresarios.
No obstante, para compensar ese desembolso adicional, se les daría la gabela de pagar el aporte del 4 por ciento sobre la nómina a las cajas de compensación familiar únicamente sobre el salario diurno, es decir, no entraría el sobrecargo nocturno. Por esto, los empleadores dejarían de pagar 100.000 millones de pesos.
Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), dijo que la propuesta del Gobierno de bajar la jornada diurna hasta las ocho de la noche “está lejos de los compromisos adquiridos en la discusión de la Ley 789 del 2002. No hay razón para mantener una ley que lo que hizo fue meterles la mano a los bolsillos de los trabajadores más vulnerables”.
Para Gómez, al igual que para los dirigentes de la CUT y la CTC, lo que se requiere es volver a la normativa laboral que había antes de la Ley 789, cuando la jornada diurna era de seis de la mañana a seis de la tarde y los domingos y festivos laborados tenían pago triple, entre otros beneficios que ya no existen.
La jornada nocturna, que es diferente de las horas extras nocturnas, tiene un recargo del 35 por ciento.
En respuesta a los cuestionamientos de los trabajadores sobre el incumplimiento de disminuir el aporte de los pensionados a salud, Garzón dijo que podría pensarse en una reducción gradual o en focalizar el proceso.
De acuerdo con Fabio Arias, directivo de la CUT, en el Gobierno triunfó la política fiscalista sobre lo social. Anotó que a los empresarios el Gobierno los exoneró de hacer el aporte del 8,5 por ciento a salud, mientras que mantiene el 12 por ciento para los pensionados, cuya mesada, en muchos casos, se disminuye hasta en un 35 por ciento respecto al ingreso que tenían como trabajadores.
Se da por descontado que la iniciativa del Ejecutivo no pase en la Comisión de Concertación y que tres proyectos de ley que están caminando en el Congreso, que buscan mejorar la situación de los trabajadores, seguirán su proceso.
El ministro Garzón anticipó, como era de esperarse, que el Gobierno defenderá su propuesta tanto en la comisión tripartita como en el Congreso y confió en que el primer debate sobre la jornada laboral se produzca en las sesiones de diciembre próximo.
‘Una muy mala idea’: Andi
Para el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), Bruce Mac Master, la idea del Gobierno de que la jornada laboral nocturna comience desde las 8 de la noche y no desde las 10 -como está hoy- es simplemente inconveniente. “Es una muy mala idea. Tendría efectos dramáticos sobre el empleo, la informalidad y la competitividad del país”, afirmó.
De acuerdo con el dirigente gremial, aunque parezca que la medida está a favor de la clase trabajadora, en realidad terminará afectándola. “De aprobarse, habría efectos muy perversos sobre las tres variables que requiere controlar el país”, manifestó.
Desde la perspectiva de Mac Master, la adopción de una jornada laboral nocturna, a partir de las 8, lo que llevaría a pagar más horas con recargo, sería un retroceso. “Sería volver al siglo pasado. Nadie puede decir que en el siglo pasado estábamos mejor que hoy en lo laboral”, agregó.
La propuesta del presidente de la Andi es la de “centrar los grandes esfuerzos laborales del país en reducir la informalidad y el desempleo.
Impulso a cinco pactos
El ministro Garzón le propuso a la Comisión cinco pactos por el trabajo decente:
- Por la erradicación del trabajo infantil, cuyos indicadores no bajan o lo hacen de manera marginal. En el 2010 había 1,45 millones de niños trabajando; en el 2014, 1,15 millones.
- Por el empleo, como un servicio público, para generar 2,5 millones y reducir la desocupación al 7,5 por ciento en el 2018.
- Por la calidad del trabajo.
- Por la formalización.
- Por el campo.
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