Cuenca Baja y Delta del Río Ranchería: nuevas áreas protegidas de La Guajira
Cuenca Baja del Río Ranchería
El área tiene una extensión de 32.443 hectáreas, localizadas entre los municipios de Riohacha, Manaure, Maicao y Albania.
Corpoguajira, en alianza con la Fundación Biota, Conserva Colombia, el Fondo para la Acción Ambiental y la Niñez, The Nature Conservancy y Cerrejón; llevaron a cabo los trabajos de caracterización y planificación del DMI, los cuales permitieron establecer conjuntamente con los actores locales, la viabilidad de su declaración como área natural protegida.
Como objetivos de conservación se destacan entre otros: proteger los ecosistemas de bosques muy secos y secos tropicales, existentes en la Cuenca Baja del Río Ranchería, para asegurar la supervivencia de las especies de flora y fauna presentes y el mantenimiento de servicios ambientales esenciales para garantizar el bienestar humano de sus pobladores, especialmente los relacionados con la oferta hídrica del cuerpo de agua más importante de la península.
La declaratoria también contribuye a garantizar la permanencia de las especies de vertebrados bajo amenaza de extinción, a proteger los hábitats de aves migratorias boreales y con la provisión de agua para el desarrollo de actividades productivas ambientalmente sostenibles.
En el proceso fu apoyado por varias comunidades indígenas de la zona, a través de las consultas previas realizadas.
Delta del Río Ranchería
Abarca 3.601 hectáreas, distribuidas entre los municipios de Riohacha y Manaure.
Los estudios para la declaratoria, se llevaron a cabo de manera articulada entre Corpoguajira, la Fundación Herencia Ambiental Caribe, el Fondo para la Acción Ambiental y la Niñez (Programa Conserva Colombia) y Cerrejón.
Entre los objetivos de conservación del DMI, se destacan: priorizar las actividades de recuperación ambiental para el uso sostenible y disfrute, ya que el delta se encuentra altamente intervenido en su dinámica, debido a factores como la urbanización, la contaminación y a la alta presión de sus principales recursos. Desarrollar programas de educación ambiental y etno-ecoturismo y recuperar y sostener el patrimonio cultural y arqueológico.
En el proceso participaron autoridades tradicionales de 24 comunidades indígenas de la zona.
Un DMI es un espacio geográfico, en el que los paisajes y ecosistemas mantienen su composición y función, aunque su estructura haya sido modificada y cuyos valores naturales y culturales asociados se ponen al alcance de la población humana para destinarlos a su uso sostenible, preservación, restauración, conocimiento y disfrute.
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