Cuatro años sin saber dónde se encuentra Jessuris López Martínez

Este siete de marzo de 2019 una familia en Riohacha cumple cuatro largos y tristes años sin saber dónde se encuentra uno de sus miembros: Ella era joven, buena hija, buena madre, emprendedora, alegre y espontánea.
Son muchas las lágrimas derramadas, los ires y venires, los segundos inquietantes, los minutos de desasosiego, las horas de dolor, los días de impotencia, las noches de desvelos y los cuatro años de frustraciones que vive la madre y cada uno de los familiares de Jessuris López Martínez.


Auxiliar de Enfermería, con un universo lleno de amor, enmarcado en su característica alegría y un mundo lleno de ilusiones, Jessuris era la viva imagen de una joven indígena Wayuu: emprendedora, con 21 años de edad y con la visión puesta siempre en trabajar para lograr un futuro colmado de esperanzas.

Hoy, siete de marzo de 2019 hace cuatro años que Jessuris salió de su hogar, y por causas desconocidas no ha podido retornar.

Allá, en la casa de Jessuris vive un niño que por su corta edad aún no sabe nada de la vida, y minuto a minuto extraña la presencia de su mamá... pero, es que él ignora, - al igual que los otros miembros de su familia-, lo que le pudo pasar.

Fue un siete de marzo de 2015 el último día que la joven Auxiliar de Enfermería estuvo en la EPS donde trabajaba, y en el seno de su hogar. Salió pensando que regresaría como siempre lo hacía, pero esta vez sería totalmente diferente: el destino le jugaría una mala pasada. ¡Nadie lo pensaría, ni ella misma lo sabía!

'La Esperanza', nombre del barrio donde ella vivía con su familia, es la misma que día a día albergan  los seres que oran por su regreso, porque la aman, la añoran y la esperan. "Sólo Dios en su omnisciencia podrá revelar algún día la tan esperada verdad", piensa su madre en voz alta.

La progenitora de Jessuris es Zoraida Martínez Epiayú. Ella se desempeñaba hace varios años, -al igual que su hija-, como funcionaria en una reconocida EPS indígena del Distrito de Riohacha. Ahora está dedicada a la venta de artesanías en la Avenida 'La Marina', Calle Primera o Avenida '14 de Mayo' de Riohacha. Es allí, en ese sitio donde ofrece su mercancía a turistas y nativos.

Físicamente Zoraida está en la Avenida '14 de Mayo', lugar donde  la Virgen de Los Remedios' salvó a Riohacha y a sus habitantes del ataque del impetuoso mar, pero espiritualmente su mente y su corazón se remontan en un viaje esperanzador a un sitio que ella no sabe, pero donde sueña con el milagro de encontrar a Jessuris y que algún día no muy lejano regresará. Con ella regresará de nuevo el universo de alegría, el mundo de ensueños en el que vivía y toda la tristeza vivida, quedará para siempre atras. De pronto vuelve a su triste realidad, y dice:

"Hoy hace cuatro años la desaparición de Jessuris y las autoridades no dan respuestas de mi hija. A lo largo de todos estos años nos hemos unido para realizar manifestaciones, marchando pacíficamente por las calles de Riohacha. Gracias a la solidaridad de mi familia y los amigos más cercanos, hemos salido con la intención de exigir el regreso de lo más querido para mi, pero todo es negativo y hasta este día, no hay noticias de ninguna clase sobre lo que pudo haberle sucedido a mi hija menor.

Muchas veces me voy con mis familiares a escarbar por diversos lugares con picos y palas cuando escuchamos cualquier comentario de la gente. Lo hemos hecho varias veces para ver si encontramos el cuerpo de Jessuris, pero nos devolvemos frustrados porque no conseguimos ni el más leve rastro.

Hoy siete de marzo, fecha en la cual se cumplen cuatro años de su desaparición, vamos a asistir a un oficio religioso, para rogar humildemente a Dios que todo lo puede, para sea Él quien nos guíe en el conocimiento de la verdad y haga justicia.

A pesar de nuestra insistencia, de nuestros requerimientos ante las instancias competentes, no hemos conseguido nada y ya nos cansamos de esperar", dijo con lágrimas en sus ojos y una infinita tristeza reflejada en su rostro, Zoraida Martinez Epiayú, madre de Jessuris.

Por eso es que este siete de marzo de 2019, la familia López Martínez, nunca olvidará aquel triste día, en el cual no sabían que verían por última vez a Jessuris. Fue ese día  cuando ella salió de su casa dejando a su hijo, a su madre, a su tía, a sus primas y a toda su familia, con la intención de trabajar y luego, como siempre lo hacía... ¡Regresar!

Redacción y Edición: Rosa López Arredondo

Agradecimientos al periodista José Iguarán González, por los insumos y la imagen aportada para la publicación de esta nota.



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