La horrible madrugada de 'El Patrón'

El recuerdo de aquella madrugada cuando el barrio ‘El Patrón’, del Distrito de Riohacha, se convirtió en un ‘infierno’

En la Pluma del periodista Marcos Antonio Barros Pinedo


Marcos Antonio Barros Pinedo
Transcurría la noche del 20 de octubre de 2.001. Era un viernes cultural. La ciudad se encontraba inmersa en la tradicional rumba del fin de semana, sin asomo de tragedia alguna. 

En la Avenida 14 de Mayo se respiraba un ambiente impresionante de alegría. Las olas del Mar Caribe y las palmeras con sus cocoteros se mostraban tranquilas como guardianes de la soberanía de un pueblo que día a día lucha por labrarse un mejor destino.

Cuando las campanadas del reloj de la Catedral 'Nuestra Señora de los Remedios' indicaban las 12:00 de la noche, el pueblo riohachero se encontraba en brazos de 'Morfeo', soñando' cómo vivir un mejor mañana, pero 15 minutos después Riohacha se convirtió en un 'infierno'.

Parecía que 'Satanás', el dios del mal, había decidido destruir nuestra ciudad, porque en fracciones de segundos se produjo la explosión de una de las tuberías madres que conducen el gas que se extrae de la plataforma de Chuchupa, hacia la Costa Caribe colombiana, bajo la responsabilidad de la empresa Promigas.

Ante esta explosión de la madrugada del 21 de octubre de 2.001, Riohacha quedó iluminada como en época de Navidad. Eran las llamas producidas por un presunto atentado terrorista que produjo pánico en la población. Arrasó con los árboles, animales domésticos, -y lo peor-, acabó con seis vidas, entre ellas la de cuatro niños, -hermanos entre sí-, pertenecientes a la etnia indígena Wayuu los cuales dormían plácidamente, y el destino les jugó una mala pasada.

La horrible madrugada de 'El Patrón'

Las llamas también dejaron 15 personas quemadas que se salvaron de milagro. No era su día.
Es de recordar que las llamas alcanzaron casi 200 metros de altura y como cualquier huracán, un 'coletazo' giró hacia la finca 'El Patrón', dejando totalmente calcinados a los cuatro hermanos  indígenas Wayuu: Andrés Felipe, Eida Micaela, María de las Mercedes y Dasny Lorena Martínez Castro, mientras que su señora madre, la indígena Dolores Castro Epiayú, sufrió quemaduras tan graves, que hubo necesidad de trasladarla a la ciudad de Barranquilla. Al día siguiente murió en un centro asistencial.

Otra persona víctima de las llamas corrió la misma suerte que la anterior, murió en la capital del departamento del Atlántico. Respondía al nombre de Argemiro Antonio Guerra Díaz.

Lo cierto es que en Riohacha no había sucedido una tragedia de tanta magnitud, no solamente por la pérdida de vidas humanas y 15 personas quemadas, sino porque la gente que habita en los diferentes puntos cardinales de la ciudad, se despertaron desesperados, el terror se apoderó de ellos cuando vieron que Riohacha parecía estar siendo bombardeada por piratas españoles, tal como sucedió el martes 14 de mayo de 1.663, -cuando según la historia-, la imagen de Nuestra Señora de los Remedios dejó caer su corona cerca al Mar Caribe, hizo un milagro y salvó a la ciudad de la furia de los piratas españoles.
Increíblemente más de diez mil personas entre hombres, mujeres y niños que no tuvieron tiempo de vestirse, salieron de sus casas despavoridos, casi desnudos o en paños menores. Para esta gran multitud el punto de salvación era el Mar Caribe, pensando que las llamas se podrían extender inclusive, hasta la 'Calle de La Marina'.

Menos mal que Dios es 'riohachero', porque en cuanto las llamas de la explosión, hubiesen girado hacia el centro de la ciudad, más de cincuenta mil personas pudieron haber perdido la vida.

Si algo fue fundamental aquella madrugada del 21 de octubre de 2.001, cuando nuestra ciudad vivió esos momentos aciagos, fue el servicio que prestaron las emisoras Rumba Estéreo de RCN y la Policía Nacional.



Por estos medios de comunicación sonoros la alcaldesa y el gobernador de La Guajira de la época, Idairys Yolima Carrillo Pérez y Hernando David Deluque Freyle tuvieron la oportunidad de llamar a la comunidad a la cordura y a la tranquilidad.

Indicaban que todo estaba controlado y que las llamas no significaban ningún peligro para el centro y los barrios de la ciudad. El trabajo del Cuerpo de Bomberos de Riohacha fue extraordinario. La gente se tranquilizó y la crisis emocional y psicológica desapareció de los habitantes de la capital del departamento de La Guajira.

Pero como hecho insólito, mientras las emisoras RCN y Policía Nacional aportaron su granito de arena para contribuir a la tranquilidad ciudadana, los transmisores de las emisoras Radio Almirante y Ondas de Riohacha quedaron reducidos a cenizas por la furia de las llamas. Ambas emisoras todavía están fuera del aire, y sin temor a equivocarme, le hacen mucha falta al Distrito de Riohacha y al departamento de La Guajira.

Batallón de Infantería Mecanizado Número 6 Cartagena
El Ejército dijo que fue un atentado... Lo atribuyó al Frente 59 de las Farc

Es de singular importancia recordar  que el comandante del Batallón Cartagena para la época de la tragedia, teniente coronel Víctor Vivas Valverde responsabilizó de una manera directa a través de los medios de comunicación, al Frente 59 de las Farc como autores material del atentado terrorista contra la tubería del gasoducto, ubicada en el barrio 'El Patrón'. De acuerdo a lo señalado por el alto oficial, los guerrilleros actuaron porque la empresa Promigas no respondía a sus exigencias extorsionistas a las que estaban acostumbradas las Farc.

Por su parte el director del Das Seccional Guajira, Fabián Araújo Mendoza, dijo que "no existía claridad alguna sobre si fue atentado terrorista o fallas técnicas en la tubería por falta de mantenimiento, y había que emprender la investigación para esclarecer los hechos".




Acción De Grupo Ante la Justicia Contencioso Administrativa

Un buen número de personas, entre ellas las que resultaron quemadas, los dueños de las emisoras Ondas de Riohacha y Radio Almirante, que resultaron afectadas económicamente por la explosión de la tubería del Gasoducto entablaron una Acción de Grupos ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa de La Guajira en contra de Promigas y del Ministerio de Minas y Energías, en aras de recuperar algo de lo perdido, desde el punto de vista material.

Un Juzgado Administrativo mediante sentencia de primera instancia favoreció las pretensiones de los accionantes. Este sentencia fue apelada por los directivos de Promigas y el Ministerio de Minas y Energías, ante el Tribunal Contencioso Administrativo de La Guajira. La Sentencia de Segunda Instancia también favoreció a los accionantes.

Pero tanto, el Ministerio de Minas y Energías como Promigas, -a decir verdad-, acudieron al recurso extraordinario para la revisión de estas dos Sentencias ante el Consejo de Estado. La máxima autoridad de lo Contencioso Administrativo en Colombia dictó providencia y anuló todo lo actuado por parte del Juzgado Administrativo y del Tribunal Contencioso Administrativo de La Guajira, pero los accionantes no se cruzaron de brazos y también solicitaron que el Consejo de Estado revise la Sentencia de la Nulidad de todo lo actuado, y están a la espera de esta decisión.

En estos momentos las personas damnificadas por esta explosión desde el 24 de julio del presente año, se mantienen en señal de protesta cerca a la tubería del gas, a la espera que después de 17 años de haber impetrado la Acción de Grupos, les sea favorable ante las justas peticiones que han solicitado ante la empresa Promigas y el Ministerio de Minas y Energías.


'El Patrón Reverdece Laureles'

¡Claro que si! Porque la vegetación que rodea todo ese sector, se ha reverdecido. Pareciera que los árboles tuvieran siete vidas. No se les nota el efecto destructor de las llamas que los azotaron y los dejaron sin ramas.

También nacieron los animales domésticos: perros, gatos, cerdos, loros, chivos, pavos, gallinas y gallos.

La gente que vive en 'El Patrón' todavía no se han podido sacudir de la impresión que se llevaron cuando explotó la tubería del gasoducto. Reina la inconformidad  en contra de Promigas y el Ministerio de Minas y Energías, que abandonaron a su suerte a las personas que resultaron quemadas, y salvaron sus vidas de puro milagro.

También abandonaron al señor Luis Carlos Martínez Celedón, padre de los cuatro niños hermanos indígenas Wayuus que murieron en el atentado terrorista. ¡Lástima que eso suceda con la gente que vive en medio de la pobreza!


La Vida Sigue Su Marcha

Cuando hoy 21 de octubre de 2.019 se cumplen 18 años de este atentado terrorista y dolorosa tragedia, la vida sigue su marcha en el Distrito de Riohacha, por voluntad de Dios Todopoderoso.

Atrás quedaron las dificultades de esa ingrata madrugada, así como el terror y el pánico de los riohacheros. Las seis víctimas  mortales yacen tranquilas en sus últimas moradas.  Los cuatro niños no tuvieron la suerte de vivir para servir a su comunidad Wayuu. Su destino quedó destruido en medio de las llamas mientras dormían. Hoy, son historia.

Por último, al pueblo riohachero lo invito a que sigamos adelante haciéndole honor a la valentía de nuestro Almirante José Prudencio Padilla, porque está  tragedia es muy difícil de olvidar. Para recordar esa madrugada del 21 de octubre de 2.001, recemos una oración en favor de Dios y en homenaje de quienes  perdieron la vida esa madrugada de ingrata recordación para la historia contemporánea del Distrito de Riohacha.

También invito a mis paisanos a que por ningún motivo abandonen la esperanza y la fe en nuestra querida Riohacha. La vida sigue.. la vida continúa. Claro, porque el ayer ya fue. El presente y el futuro de nuestra ciudad son amplios y promisorios.

¡Cómo se pasa de rápido el tiempo... Qué importantes es recordar!

Y ... ¡Pare de contar!


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