¿Sufre usted de 'Apnea' del WhatsApp?

WhatsApp: entre el tiempo perdido y el porno

¿Cuántos mensajes son realmente importantes... Cuántos merecen su verdadera atención?

Javier Alexander Borda Díaz
Por: Javier Alexander Borda Díaz 

@javieraborda 30 de octubre 2019 , 07:00 p.m.

¿Cuántas veces al día mira usted el WhatsApp? ¿Está ya en la moda de hacer y enviar stickers? ¿Ha visto los stickers pornográficos? ¿Ha dimensionado la pérdida de tiempo que supone estar en WhatsApp a cada rato?

La vida es eso que pasa mientras chateamos. Así que hagamos este ejercicio: abramos WhatsApp, busquemos la opción Configuración y luego vayamos a las opciones Datos y almacenamiento y Uso de datos. Allí veremos algo escandaloso: la cantidad de mensajes que hemos enviado y recibido. Si a eso sumamos lo que se tuitea o postea en Facebook e Instagram, la suma total de lo que publicamos al mes puede ser una exageración, una locura.

También pueden ser escandalosos los stickers pornográficos que se ven ahora en WhatsApp. No deben ser pocos los que prefieren enviarlos antes que escribir un rechazo. Y son más comunes de lo que se cree. Claro, no todos los stickers son de mal gusto y, en su defensa, los hay de todo tipo. Varios de personajes famosos con muecas inmundas o de figuras invitando a comer o beber son maravillosos. Valen como nueva forma de expresión. Es más: ¡salud por esa carita de Dayro Moreno que, con aguardiente a su lado, pregunta: “¿mediecita o qué?”!
Evalúe si se la pasa diciendo, escribiendo o recibiendo cosas insustanciales o vulgares en WhatsApp y si está siendo maleducado con la gente por estar revisando esta aplicación
Pero hay que tener algo de reflexión en medio del chiste. A este paso los emoticones son demasiados inocentes para lo que se ve en WhatsApp, sobre todo en las nuevas generaciones. Ya es una nimiedad el audio que todos conocemos de la mujer gimiendo de sexo y a todo volumen. Esa broma, que de pronto ha sufrido en pena propia y ha sonado hasta en ruedas de prensa, va de la mano de toda la pornografía que se consume en exceso y sin pudor en el celular.

¿Cuántos mensajes son realmente importantes en WhatsApp? ¿Cuántos valen la pena? ¿Cuántos merecen su verdadera atención? Es muy probable que usted haga parte de varios grupos en los que se publica información sin filtro y sin reparo. Y, lo peor, sin veracidad, porque la comunicación aquí es proclive a ser compartida sin ninguna clase de contrastación. Puedo apostar a que usted hoy está en un grupo de WhatsApp que ni le gusta, pero del cual no se puede salir fácilmente por pena o falsa obligación. Eso es normal, pero no por eso sano.

En el plano laboral, la situación es igualmente compleja. Quizás la sufra también. El historial de conversaciones es caótico. Hacer seguimiento es engorroso. Y qué decir de los eternos mensajes de voz que algunos desconsiderados se atreven a enviar. Los lunares son muchos: la designación de tareas en los grupos entera a gente de cosas que no le interesan; se normaliza la comunicación en horas extralaborales (ilegal por demás); muchos mensajes se quedan sin respuesta y se da una mala interpretación de lo que se dice, pues lo que para unos es chistoso para otros es ofensivo.

No podemos ser ciegos ni amargados. El WhatsApp nos ha facilitado muchas cosas, nos ha acercado a familiares y amigos. Es una buena herramienta para socializar y compartir información rápida e indicar tareas puntuales. Un gran sticker y una risa merecen nuestra disposición, desde luego, pero no en exceso.

El caso es que hay que intentar un reposo. Evalúe si se la pasa diciendo, escribiendo o recibiendo cosas insustanciales o vulgares en WhatsApp y si está siendo maleducado con la gente por estar revisando esta aplicación. Desactive las notificaciones si no las necesita. Revise si está sufriendo de la llamada apnea del WhatsApp, es decir, de ansiedad por consultar mensajes de manera compulsiva. Es muy factible –y muy grave para mi consideración– que esté malgastando así su valioso tiempo, lo único que en realidad todos poseemos.

Advertencia: los datos del ejercicio solo cuentan desde que instalamos WhatsApp en el celular. Si borramos la aplicación y la volvimos a instalar, la información solo cuenta desde esta última instalación. Imagínese usted.

Título Original: WhatsApp: entre el tiempo perdido y el porno

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