Un Ángel 'Verde Oliva' en Valledupar

Un Ángel Verde Oliva

Ciertas ideas nacen de la necesidad, cuando las circunstancias se tornan aún más adversas -de lo que ya eran-, en ciertos sectores de la sociedad.

Es en la necesidad donde se conciben las mejores ideas, esas ideas que ‘nacen en la mente’, se fortalecen y crecen, para convertirse en realidad en el tiempo presente.

Esto fue lo que sucedió con la subteniente Karla Caviedes, cuando el Gobierno Nacional decretó el Aislamiento Preventivo Obligatorio por la pandemia del coronavirus. Entonces, las calles de Valledupar, -que son el hogar de los que no tienen techo-, se quedaron solas, y sin nadie que les pudiera ayudar.

Fue al ver esa necesidad, cuando esta mujer Policía, tuvo la idea idea de solicitar ayuda para ayudar a la gente, cuyo único hogar, son las calles de Valledupar.

La subteniente Karla Caviedes, huilense de nacimiento, se desempeña hace 18 meses como comandante de un CAI, en la capital del Cesar.

Por sus condiciones laborales esta mujer vive muy de cerca la dura realidad de los habitantes de la calle, que sin un lecho donde descansar, no duermen bien y así, son muy pocas las posibilidades que ellos tienen de soñar, y menos aún, de hacer esos sueños realidad.

La subteniente Caviedes pensó solicitar ayuda para ayudar a los habitantes de la calle, que por la ausencia de la gente, se quedaron sin la solidaridad, única fuente de sustento.
Con la idea ya concebida, ni corta ni perezosa salió a cumplir la misión que había germinado en su corazón.

El pan diario, ese sustento tan necesario que nutre el cuerpo y fortalece la mente, es lo que ella les llevará a estos seres humanos para mitigar su entorno de desesperanza en una ciudad que se había quedado sola, por el miedo al contagio, en ‘ Los Tiempos del Coronavirus’.

Desde el jueves 26 de marzo de 2020, en horas de la madrugada esta mujer Policía, sale en busca de los desayunos para sus protegidos, sabiendo que ésta puede ser la única ración de alimento, que en un día, les servirá de sustento.

A partir de ese día, el ‘Ángel Verde Oliva’ transita por las calles de Valledupar, en busca de los más vulnerables, los desprotegidos, los menos favorecidos, para regalarles un mensaje de aliento, acompañado de una porción de alimento.

Desde la madrugada de ese jueves 26 de marzo de 2020, niños, niñas, hombres y mujeres están pendientes para recibir de manos de su ‘Ángel’, la provisión que Dios les envía a través de ella, para suplir una necesidad que ellos, por si mismos no pueden llenar.

Saber que la ayuda que brinda a 120 personas que no tienen hogar ni tienen sustento, se convierte en un granito de arena para endulzar lo que antes era un amargo momento por la dura escasez de alimento.

La labor humanitaria que realiza, hace que la subteniente de la Policía, Karla Caviedes, sienta en su corazón la satisfacción de cumplir con el precepto moral de amar al prójimo proveyéndoles ayuda, porque bien sabido es que la Fe sin Obras, es muerta.

También sabemos que sirviendo al prójimo demostramos nuestro amor a Dios, que es el primero y más importante mandamiento. Es a través del servicio donde la humanidad le entrega a los necesitados, resarcimiento.

Como dijera algún día Santa Teresa de Calcuta. “El que no nace para servir, no sirve para vivir”. Estas palabras adquieren en la labor de esta mujer Policía, su máxima expresión, teniendo en cuenta el lema de su institución: “Somos Uno, Somos Todos para ayudar a los más necesitados”

Cuando sale a las calles, la subteniente que se transforma en ‘El Ángel De Los Desamparados’, ese ‘Ángel Verde Oliva’ que continuará con esta labor social, con la cual beneficia diariamente a 120 personas, motivada por su vocación de servicio a la comunidad,.

Esa vocación de servicio inculcada desde su hogar por sus padres, y fortalecida en su institución, la cual contempla en uno de sus pilares que cada uniformado debe ser, “Un Policía Para la Gente”.
                                         

Iniciativas como éstas son un verdadero motor de transformación para la comunidad, tan necesitada de ayuda y obras humanitarias que reflejan acciones de solidaridad.

En verdad, este mundo necesita muchos ‘Ángeles Verde Oliva’, de los colores del Arco Iris, y todos los colores que nos regala en abundancia, nuestra madre naturaleza