¿Que tal una una Colombia Federal?

¿Estado Federal o Regional?


Por Ignacio Rafael Escudero Fuentes
Abogado Especialista en Instituciones Jurídico – Políticas
y Derecho Público Uninacional – Docente Uniguajira

Ignacio Rafael Escudero Fuentes

El gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, sorprendió este jueves 30 de abril de 2020, durante su intervención en un Foro Semana sobre la Atención del Coronavirus y los Planes de Desarrollo, con la propuesta, que se extirpe el Centralismo Administrativo y se transforme en un país federal, a imagen y semejanza de naciones como Estados Unidos o Alemania, donde las regiones tienen una fuerte autonomía frente al poder central.

Una de las razones es que, el coronavirus puso de presente la necesidad de dar ese salto, pues los trámites ante la Nación, demoran la inversión de los recursos en los departamentos en situaciones de emergencia como la actual.

Antes, Arquímedes Vitonás, alcalde de Toribío (Cauca), al referirse al tema dijo que “El Estado colombiano actual es inviable. Inviable quiere decir que el Estado es incapaz de solucionar los problemas que agobian a la población. Vivimos en una nación de gente maltratada. “Cuando creemos que todo va a mejorar, siempre empeora”.

A propósito de la propuesta del gobernador del Magdalena, -que es de estirpe guajira-, en el sentido que Colombia abandone el histórico centralismo administrativo y se transforme en un país federal, debemos anotar lo siguiente:

Este modelo en Colombia se ensayó con Mosquera, con altos y bajos. El actual modelo, me refiero el Unitario y Centralista al mejor estilo de Núñez y Caro, además que hace agua, es inviable.

El Constituyente de 1991 tiene una gran responsabilidad histórica – política, debido que, quedó corto al insistir mantener el Estado Unitario y Centralista cuando tuvo la oportunidad de hacer grandes transformaciones, pero no las hizo, sobre todo en cuanto a la División Política Administrativa (Territorial).

En ese momento con una Asamblea Nacional Constituyente incluyente, pluripartidista, multiétnica, progresista, autónoma, tenían la responsabilidad de liderar un cambio de pensamiento y corolario, un cambio estructural en el manejo del Estado, pero no lo hizo, se limitó a dejar que el Congreso mediante una Ley Reglamentaria diera el paso a otro modelo de Estado, donde se entregaran dientes a conceptos como autonomía territorial real, descentralización administrativa, presupuestal y financiera, me refiero al modelo: regionalización del Estado Colombiano.

Han transcurrido 29 años desde que entró en vigor la Constitución (4 de julio), a la fecha solo ligeros avances en cuanto a la Región Económica y de Planificación un paso para avanzar en la Región como entidad territorial. No hay voluntad política y seguimos a pasos de congresos “uno adelante y dos atrás”.

Es por ello que, hablar de Descentralización y Autonomía no deja de ser un mero chiste de mal gusto. Tal aseveración se evidencia y acentúa cada día que pasa, en el departamento de La Guajira con las medidas del alto gobierno. Primero, con el zarpazo a las regalías que por derecho le corresponden, y segundo, la prolongada e indefinida asunción decretada por el Minhacienda al departamento, con el manejo de los recursos del Sistema General de Participación de Salud, Educación, Alimento Escolar, Saneamiento Básico, Agua Potable, entre otros.

Aun no entiendo como un Estado inviable, incapaz de resolver los problemas que agobian a la población, ordene pasando por encima del mandato constitucional, y amangualado con el Congreso, se presten para realizar reformas, no sólo para apropiarse de sus recursos, sino pisotear la tan cacareada autonomía de las entidades territoriales a las que hace referencia el Artículo Primero de la Constitución de 1991.

Cobran vigencia las palabras de caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, inmolado en 1947, que reclamaba “nuevos rumbos para el Estado colombiano”. Hoy seguimos en lo mismo, pidiendo cambios en la estructura del Estado. Aún nos agobian el Centralismo, la violencia, la pobreza, la inseguridad, la marginalidad, el desempleo,la politiquería, la corrupción, la impunidad y la confusión.

El modelo, toca cambiarlo. Actualmente, es posible a través del Congreso, – que no está interesado–, mediante una Asamblea Nacional Constituyente –la de 1991, tuvo la oportunidad y pasó de agache–, y mediante un Referendo –ésta sería viable, pero depende del pueblo.

Esta última necesita de un pueblo decidido y dispuesto 'a dar la pela' a través de los canales democráticos, lo que permitirá, entre otros: desconcentrar el poder, descentralizar el manejo de las cuestiones públicas, redistribuir funciones administrativas, reconocer la autonomía de las gentes en sus regiones y mantener la unión nacional.

Título Original: ¿Estado Federal o Regional?