Un riohachero que defendió su honor, no se rindió y prefirió la muerte


Segunda Serie  de las Crónicas de Cuarentena
Segunda Entrega

¡Bienvenidos!

Cincuenta soldados del Ejército de Colombia, utilizando Luces de Bengalas, mataron  a un valiente riohachero


Marcos Antonio Barros Pinedo
Por Marcos Antonio Barros Pinedo

José Isidoro Larrada llegó a la ciudad de Riohacha en el inicio de los años treinta.

Llegó de la República de Haití, en busca de nuevos horizontes y 'tiró el ancla' para más nunca regresar a la tierra de quién fuera un sanguinario dictador, 'Papa Doc' Duvalier.

Tuvo la la suerte de llegar a la capital del departamento de La Guajira, con dinero, lo cual le permitió comprar una casa en el tradicional 'Barrio Arriba', de Riohacha.

Más adelante en esa casa de la Calle Tercera número 1-49, montó una tienda de víveres y abarrotes, que se convirtió en una novedad si se tiene en cuenta que la ciudad no había comenzado a despegar en su desarrollo urbano y apenas existían el 'Barrio Abajo' y el 'Barrio Arriba'.

El negocio de José Isidoro Larrada prosperó y este haitiano se ganó la confianza y el respeto de los habitantes del 'Barrio Arriba', a tal punto que por cariño le pusieron el apodo de 'Pitico .

A los pocos años de estar en Riohacha, 'Pitico', contrajo matrimonio con Tomasa Cuadrado y echó raíces. Tuvo ocho hijos entre hombres y mujeres: Andrés, Segundo, Rafael, Juana, Damacia, Angélica, Remedios y Francisco. Cada uno de ellos se abrió su espacio y fundaron sus hogares. También echaron raíces.

Damacia, siendo muy joven conformó su hogar con Segundo Rodríguez Cordero, a quien en el Barrio Arriba, le decían 'El Látigo'. Tuvieron cinco hijos: Angélica María, Gladys, Germán, Orlando y Laudelino Rodríguez Larrada.

Orlando, desde muy muchacho cuando jugaba 'El Palito' ,en el 'Barrio Arriba', comenzó a mostrar su temperamento. Era de los que respondía rápidamente a cualquier intento de agresión y ofensas, en medio de la fogosidad con sus compañeros de juegos recreativos.

Pero, llegó el momento en que Orlando se dijo: "Ya estoy grandecito y he aprendido algo en mi corta vida y necesito trabajar. Contó con la buena suerte de ubicarse laboralmente en la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, que después se llamó Telecom. Allí era mensajero y repartía los marconigramas por el área urbana de la Riohacha del ayer.

Fue en el inicio de la década de los sesenta y entre sus compañeras de trabajo tuvo a Rosa Gómez de Herrera. Orlando Rodríguez Larrada renunció a este trabajo y se fue a vivir al municipio de Maicao, en una época bien brava y en donde el peligro acechaba por todos los rincones de la ciudad fronteriza.


Una noche, Orlando Rodríguez Larrada se fue de tragos y llegó a la cantina que se acostumbró a frecuentar y en donde sobresalían mujeres bellas, que trabajaban como meretrices.

En esa cantina se encontró con un capitán del Ejército Nacional de apellido 'Castaño', que ya había pasado al retiro de los cuarteles.

Una de las meretrices se enamoró de Orlando, pero al parecer, estaba 'enredada sentimentalmente' con el capitán 'Castaño'. El militar se dió cuenta de los movimientos afines de la meretriz con Orlando, y lo 'abordaron los celos'.

Orlando no se daba cuenta y se divertía en medio de la música ranchera mexicana de José Alfredo Jiménez. Entre esas canciones sonaba "Canta, canta, canta, palomita blanca que hasta Dios te adora".

De manera inesperada el ex-militar, con uno cuántos tragos encima le demostró a Orlando que estaba celoso, llegando al extremo de insultarlo y pegarle dos trompadas.

Orlando Rodríguez Larrada, que estaba armado reaccionó y disparó varias veces contra la humanidad del ex-militar y lo mató.

El cuerpo sin vida del capitán retirado del Ejército Nacional quedó tendido en el piso hasta que llegaron las autoridades competentes, e hicieron el levantamiento del cadáver.

Ese crimen sucedió en octubre de 1966, y fue muy lamentado entre la comunidad de aquella época que habitaba en la población de Maicao, teniendo en cuenta que el capitán 'Castaño pertenecía a una reconocida familia maicaera.

A partir de allí los efectivos del Ejército Nacional, adscritos al Batallón 'Juan José Rondón' de Buenavista, del Grupo de Caballería al que perteneció en vida el capitán 'Castaño', comenzaron a buscar por aire, mar y tierra a Orlando Rodríguez Larrada, pero no lograban ubicar su paradero.

Y no era para menos, porque Orlando después que cometió el crimen se trasladó para Riohacha, y se escondió donde su hermano Víctor Rodríguez Larrada, que habitaba por el sector del hoy Barrio 'Villa Fátima'.

Orlando no salía a ningún lado y su revólver, un Magnum 3-57, era su única defensa. Estaba tan oculto, que desde el Batallón 'Juan José Rondón', se preocuparon, porque la búsqueda se extendió hasta Valledupar, Santa Marta y Barranquilla, con resultados negativos.

La orden era de ubicar a Orlando Rodríguez Larrada, para capturarlo y si oponía resistencia, disparar con fines de darle de baja, tal como se identifica esta palabra en el el área castrense.

Los militares llegaron al extremo de buscar la ayuda de los efectivos del recién creado Departamento Administrativo de Seguridad (Das), en el Gobierno de Alberto Lleras Camargo.

Estos sabuesos en los meses de noviembre y diciembre de 1966, buscaban a Orlando Rodríguez Larrada, como 'aguja en un pajar', sin obtener resultados positivos.

Mientras tanto, Orlando en su escondite pasó las fiestas de Navidad y Año Nuevo en compañía de sus hermanos y hermanas. La tradicional cena del 24 de diciembre no se hizo esperar. La despedida del año 1966 se hizo en medio de la mayor austeridad y clandestinidad posible.

Hay que señalar que el trabajo secreto del Das si dio los resultados que el comandante del Batallón 'Rondón' esperaba. ¿Cuál era esa espera? Precisamente, ubicar el paradero de Orlando Rodríguez  Larrada… ¡y lo lograron!

Esto se dio con la ayuda de algunas personas que trabajaban en la construcción del Hotel 'Gimaura', con la inversión del Estado colombiano.

Orlando Rodríguez Larrada salía de la casa de su hermano Víctor a visitar a sus otros familiares, -entre ellos-, a su señora madre Damacia Larrada, quienes vivían en el 'Barrio Arriba', muy cerca del puente de 'El Riíto', en la desembocadura del Río Ranchería, el cual nace en la Sierra Nevada de Santa Marta y desemboca en el Mar Caribe, en el Distrito de Riohacha.

Lo más inesperado de esas visitas que hacía Orlando a sus familiares era que pasaba en compañía de su hermano vestido con una manta de mujer Wayuu, pero la manta no se la cambiaba.

Esa situación dió motivo para que el Das ubicara a Orlando Rodríguez Larrada, de la siguiente manera:

Los detectives hicieron una visita a la obra de construcción del Hotel 'Gimaura' y lograron interrogar a varios trabajadores, quienes manifestaron que cada tres días veían a un señor que pasaba por ese lugar acompañado de una mujer indígena Wayuu. En sus declaraciones recalcaron que la indígena no se cambiaba la manta.

A nadie se le ocurrió pensar que esa persona era Orlando Rodríguez Larrada, quien se disfrazaba de mujer indígena Wayuu para poder visitar a sus familiares, sin ser detectado por el Das y el Ejército Nacional, que lo buscaban las 24 horas del día.

Fue así, cuando los agentes del Das se pudieron a la expectativa y comprobaron todo lo que los trabajadores de la construcción del Hotel 'Gimaura', les habían dicho.

Inmediatamente se le informó al comandante del Batallón 'Rondón', para que éste de  ordenara un operativo con 50 soldados, al mando del capitán 'Carreño'.

Los militares y varios agentes del Das, desde las 11:00 de la noche del 6 de enero, rodearon la casa donde se encontraba Orlando Rodríguez Larrada, en compañía de su hermano Víctor.

A las 3:00 de la madrugada, Orlando se dió cuenta y tomó la decisión de huir, en medio de la oscuridad que se presentaba en 'Villa Fátima'. Los soldados se dieron cuenta y lo persiguieron. Lo alcanzaron antes de llegar al Río Ranchería. Le lanzaron la voz para que se entregara y respondió que no.

Luego sacó su revólver 3-57, disparó contra un agente del Das y lo mató. El tiro de Magnum fue en el pecho, debido a que vestía con camisa blanca y Orlando lo divisó en la oscuridad.

El Ejército Nacional en vista que no veían a Orlando Rodríguez Larrada, lanzaron luces de bengala y el cielo se iluminó. Fue cuando Orlando, reiteró que no se entregaba. De inmediato un disparo de fusil, hizo blanco en su brazo derecho.

Cuando quiso lanzarse al río, recibió otros disparos, que le causaron la muerte de manera instantánea.

El capitán 'Carreño' ordenó retirar el cadáver. Por orden del Comandante del Batallón 'Rondón', los soldados y el capitán 'Carreño', lograron conseguir un carro 6- 50 Ford. En su carrocería, ubicaron el cadáver de Orlando Rodríguez Larrada y lo pasearon por las principales calles de la ciudad de Riohacha como si fuera un guerrillero.

Varias horas después el cadáver fue llevado a Maicao, lugar donde Orlando había asesinado al capitán 'Castaño', después que recibió dos trompada, por parte del militar retirado.

El cadáver fue trasladado al Batallón 'Rondón' en Buena Vista, donde fue exhibido ante los soldados, oficiales y suboficiales, como en señal que se había logrado dar de baja a quien cometió el homicidio del capitán 'Castaño', quien fuera oficial de ese Batallón del Ejército Nacional.

El crimen fue muy comentado y lamentado por los habitantes de Riohacha, de aquella época, teniendo en cuenta la forma cómo actuó el Ejército Nacional, pués no capturaron a Orlando Rodríguez Larrada, sino que, en términos militares, le dieron de baja.

Sólo dos días después, las hermanas de Orlando viajaron a Buenavista y el comandante del Batallón 'Rondón', les entregó el cadáver para que se le diera cristiana sepultura en el cementerio central de su Riohacha natal. 

El conductor del vehículo que transportó a las Hermanas Rodríguez Larrada para llevar el cadáver de su hermano Orlando a Riohacha, fue Orlando Romero Brito, recientemente fallecido en la ciudad de Barranquilla.

Orlando Rodríguez Larrada había nacido en el 'Barrio Arriba' y en ese mismo lugar, se crío. Era nieto de 'Pitico' Larrada y Tomasa Cuadrado.

Contrajo matrimonio con Mercedes Celedón. En este hogar tuvo un hijo y dos hijas: Laudelino, Jackeline y Solmery Rodríguez Celedón.

En El Molino, con una hermana del buen cantante de música vallenata, 'Beto' Zabaleta tuvo tres hijos: Orlando, Francisco y Alberto Rodríguez Zabaleta.


Han pasado 53 años de este insuceso cuando la madrugada del 7 de enero de 1967, el cielo de Riohacha se iluminó con luces de bengala lanzadas por el Ejército Nacional, en su afán por capturar a Orlando Rodríguez Larrada, pero éste no se rindió. 

Orlando 'echó plomo' y mató a un agente del Das, antes de quedar sin municiones... Luego fue blanco de las balas de los militares.

Sin ponderar que Orlando Rodríguez Larrada haya asesinado en Maicao al capitán 'Castaño', este 'arribero', al momento de morir en medio de las luces de bengala, le hizo honor a los riohacheros.

Me explico: para el riohachero no hay peor ofensa que le digan hijo de puta o que le peguen una trompada. Creo, que en ese momento defendió su dignidad como ser humano y la de todos los riohacheros.

Pero, cometió el error de no entregarse al Ejército Nacional, que si lo hubiese capturado, lo hubiesen juzgado. Pudo haber vivido muchos años, en compañía de sus familiares.

Orlando Rodríguez Larrada fue un hombre valiente. A la de edad de 30 años, pasó a ser historia. Sus restos reposan tranquilos en su última morada.

¡Cómo se pasa de rápido el tiempo. Qué importante es recordar. Y...Pare de contar!

Título Original: 'Cincuenta soldados del Ejército de Colombia, utilizando Luces de Bengalas, mataron a un valiente riohachero'

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