Monseñor Salah se despide de la Diócesis, y a ella llega monseñor Ceballos, su nueva guía espiritual

Un nuevo rumbo en los 32 años de la Diócesis de Riohacha: se posesiona monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar

Segunda Serie de las Crónicas de Cuarentena

Quinta Entrega

¡Bienvenidos!


Marcos Antonio Barros Pinedo
y monseñor Héctor Ignacio Salah Zuleta
Por Marcos Antonio Barros Pinedo

El pueblo del Distrito de Riohacha, -a decir verdad-, en un alto porcentaje es católico, y en tal sentido tiene su historia más que centenaria.

Como se recordará, nuestra ciudad, capital del departamento de La Guajira, fue epicentro del Vicariato Apostólico de Riohacha, desde el 4 de julio de 1954, creado por el Papa Pío XII. Su primer Obispo fue Eusebio Septimio Mary, quien estuvo en el cargo hasta 1966, cuando murió. Lo reemplazó monseñor Livio Reginaldo Fischione.

Su labor de evangelización es de grata recordación para el Distrito de Riohacha y el Departamento de La Guajira.

Hay que señalar que el Vicariato Apostólico de Riohacha desaparece desde el momento en que el Papa Juan Pablo II crea la Diócesis de Riohacha, a través de la Bula "Quoniam ut planeconstat", el 16 de julio de 1988. El primer obispo fue Jairo Jaramillo Monsalve. Su posesión fue el 14 de octubre del mismo año.

Monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, nuevo obispò de la Diócesis de Riohacha

Pero, este jueves 04 de junio de 2020 es un día especial para la Iglesia Católica de esta región de Colombia, porque en el marco de una ceremonia especial, y de manera virtual, se posesiona monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, como nuevo Obispo de la Diócesis del Distrito de Riohacha. Reemplaza a su homólogo, Héctor Ignacio Salah Zuleta, quien duró 15 años, en su ejercicio episcopal.

Monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, nació en la ciudad de Armenia, departamento del Quindío.

Realizó sus estudios de filosofía en el Centro Pastoral de Filosofía en Bogotá y teología, en el Teologado Interprovincial Redentorista, en Tlalpizahuac (México), y en la Pontificia Universidad Javeriana, de Bogotá. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1985 en la ciudad de Buga, (Valle del Cauca).

Después de la ordenación, continuó con sus estudios en la Universidad Santo Tomás, de Bogotá, donde obtuvo la licenciatura en Ciencias de la Educación y en la Academia Alfonsiana en Roma, se profesionalizó como licenciado en Teología Moral.

El nuevo obispo de la Diócesis del Distrito de Riohacha, Francisco Antonio Ceballos Escobar, proviene del Vicariato Apostólico de Puerto Carreño, en el departamento de Vichada.

Ahora, -y en otro ángulo-, destaquemos la labor de monseñor Héctor Salah Zuleta, la cual se podría definir, desde varios puntos de vista.


Monseñor Héctor Ignacio Salah Zuleta

1. Educación
Siempre fue enérgico, en cuanto a lo que le correspondía a la Diócesis, en el marco de la Educación Contratada, que nació siendo presidente de la República de Colombia, Alfonso López Michelsen.

Fue un crítico de varias Administraciones Departamentales y Municipales, teniendo en cuenta a la forma cómo llegaron al Proceso de Contratación de la Educación, dejando de momento rezagada a la Diócesis de Riohacha, y se le abría un panorama a ciertas Fundaciones 'sin ánimo de lucro'. De ahí que en alguna oportunidad, catalogó a algunas Administraciones Departamentales y Municipales, como 'mercaderes de la educación'.

2. Labor Social 
La labor social siempre la orientó hasta donde llega la jurisdicción de la Diócesis de Riohacha, que es el municipio de Barrancas.

3. Respaldo a las Instituciones Educativas de la Iglesia Católica
Mantuvo la tradición de respaldo a las instituciones adscritas a la Iglesia, incluyendo el Internado Indígena de Aremasain, la Institución Educativa Divina Pastora, la Institución Educativa Sagrada Familia, entre otros, como una herencia de los sacerdotes capuchinos italianos.

4. Liderazgo 
Su liderazgo ante los sacerdotes que hacen parte de la Diócesis de Riohacha, fue notable.
Cuando le correspondió tomar decisiones difíciles, lo hizo con firmeza y temperamento aplomado.

5.Lacónico
Hablaba poco ante los medios de comunicación, y cuando lo hacía, se basaba en temas importantes. Se mostró más amigo de los Comunicados de Prensa, que de intervenir en los medios sonoros e impresos.

5. Reformista 
Hizo reformas en cuanto a las fiestas religiosas en el Distrito de Riohacha, dejando atrás algunas acciones tradicionales, legado de los sacerdotes capuchinos italianos.

6. Gestor del Banco de Alimentos
Con relación a la problemática migratoria de venezolanos hacia nuestra región, respondió a tal punto que prácticamente es el 'padre' de un Banco de Alimentos, de singular importancia en la ciudad y el departamento. Ahora, no solamente beneficia a los migrantes, sino a las personas vulnerables, en medio de la pandemia de la Covid-19.

7. Abstención en el manejo de temas políticos
Nunca tomó partido en cuanto al devenir político en el departamento de La Guajira y en el Distrito de Riohacha, pero criticó con categoría y prestancia, las malas actuaciones de ciertos gobernantes. Indicó que, -tanto en el departamento como en el Distrito-, se perdieron muchos años para impulsar el desarrollo  e esta sección del país, por causa de posibles actos de corrupción administrativa.

9. Preservación de la celebración de la Fiesta Conmemorativa de la Virgen De Los Remedios
Para la celebración de la fiesta religiosa del 02 de febrero, Día de la Virgen De Los Remedios, patrona de los riohacheros, no bajó en ningún momento la participación de la feligresía, muy a pesar que muchas personas que eran Católicas, -hoy en día, respetando sus decisiones-, hacen parte de diferentes Iglesias Evangélicas, con sede en esta capital.

10. Respeto hacia las Iglesias de Otras Denominaciones Religiosas
Siempre respetó la labor de las Iglesias Evangélicas del Distrito de Riohacha. En ningún momento le escuchamos frases 'disonantes' en contra de quienes hoy en día, no profesan la Fe Católica.

11. Creación de la Biblioteca Virtual
Su obra estelar fue la Biblioteca Virtual que lleva su nombre. Una obra arquitectónica, orgullo de los riohacheros y guajiros en general. Está al servicio logístico para el desarrollo del Distrito de Riohacha y el departamento de La Guajira.

Debemos señalar que uno de los puntos débiles de Monseñor Héctor Salah Zuleta, fue que durante 15 años no mantuvo una relación directa con el pueblo. No se le veía en los actos programados por los Gobiernos Departamental y Distrital. No lideró el contacto con el pueblo, ni en las ceremonias religiosas.

Sólo en eventos especiales como el 02 de febrero, el Viernes Santo y el Sábado de Gloria, se le veía en plena acción, en la Catedral 'Nuestra Señora De Los Remedios', de Riohacha. Pensamos que, de pronto ese era su estilo de dirigir la Diócesis, y se debe respetar.

Monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar

A partir de este jueves 04 de junio de 2020 y desde el mismo momento en que se posesione el nuevo Obispo de la Diócesis de Riohacha, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, monseñor Héctor Salah Zuleta, pasará a la historia de nuestra región como un prelado que demostró que quiere a Riohacha, que se la jugó en busca de los mejores horizontes para su gente, que deja un legado de sanos principios cristianos y las puertas abiertas para que soplen nuevos vientos positivos en favor de la feligresía, que hace parte de la Diócesis de Riohacha.

Atrás quedan 15 años de trabajo y de sacrificio episcopal por una región necesitada, cuyos frutos recoge hoy su sucesor, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar.

Cuando escribimos esta crónica en Cuarentena, no debemos pasar inadvertido que cuando Su Santidad Juan Pablo II creó la Diócesis del Distrito de Riohacha, el mismo pontífice, le ofreció a monseñor Livio Reginaldo Fischione, ser su primer obispo, pero en la medida en que optara por la nacionalidad colombiana, porque todas las Diócesis y Arquidiócesis de Colombia, deben ser orientadas por obispos y arzobispos colombianos.

Ante esta propuesta monseñor Livio Reginaldo Fischione, no quiso nacionalizarse y prefirió más bien dar el paso al costado, para el nombramiento de un obispo colombiano, que al final resultó ser monseñor Jairo Jaramillo Monsalve.

Esta información nos la suministró el mismo Livio Reginaldo Fischione, en una entrevista que le hicimos en una oportunidad para un medio de comunicación sonora, del hoy Distrito de Riohacha.

Es menester asegurar que este jueves 04 de junio de 2020, cuando monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, esté posesionado como nuevo obispo de la Diócesis del Distrito de Riohacha, le deseamos parabienes en el entendido que llega a una región con una idiosincrasia increíble y con un estilo de vida, donde a veces sale a relucir la solidaridad y la insolidaridad. 

Así mismo encuentra más de 50 Iglesias que no hacen parte del Catolicismo, y alrededor de quinientas más, a lo largo y ancho de la jurisdicción de la Diócesis de Riohacha, que reiteramos, se extiende hasta el municipio de Barrancas.

Al finalizar esta crónica, nos atrevemos a expresar la siguiente opinión, en relación con los cuatro obispos que han estado al frente de la Diócesis de Riohacha.

Jairo Jaramillo Monsalve, de origen antioqueño. Asumió el cargo el 14 de octubre de 1988. Disciplinado en todo el sentido de la palabra. Buen orador. Conservó en un 80% las tradiciones religiosas que heredó de los misioneros capuchinos italianos, dirigidos por Eusebio Septimio Mary y Livio Reginaldo Fischione. Era de los que, cuando los Gobiernos Departamental y Municipal lo invitaban a un acto público y no se iniciaba a la hora acordada, miraba su reloj, y decía: "Son las 4:00 de la tarde. Este evento debió comenzar. Espero 10 minutos, y si no se cumple el objetivo para el cual me invitaron, me voy". En ese sentido cumplía su palabra. 

Gilberto Jiménez Narváez, antioqueño. Era más tranquilo que Jairo Jaramillo Monsalve. Lastimosamente se enfermó. pero así enfermo logró controlar con su intervención una protesta ciudadana muy grave y difícil en contra de la alcaldesa de Riohacha, Carmen Garzón Freyle, quien heredó un municipio inmerso en una profunda crisis financiera.
A los pocos meses, monseñor Gilberto Jiménez Narváez, fue trasladado al departamento de Antioquia, donde murió.

Armando Larios Jiménez, barranquillero. En el tiempo que estuvo en el Distrito de Riohacha, fue poco lo que dejó de su labor episcopal. Lo más destacado fue que hizo público que quería irse de Riohacha, porque al parecer, había sido amenazado por el Frente 59 de las FARC. Cuando abandonó la Diócesis, su principal destino fue España.

Héctor Salah Zuleta, bogotano. Duró 15 años viviendo en una sociedad riohachera que a veces también práctica el modus vivendi de las actuaciones y posiciones ambiguas. De temperamento tranquilo. No lo 'mata el tropel'. Salió bien librado con la clase política de nuestra región, -a la cual-, en varias oportunidades, le dirigió críticas contundentes.

Jairo, Gilberto, Armando y Héctor, con aciertos y desaciertos, dejaron huellas positivas ante el conglomerado de la Iglesia Católica en esta región de la gran patria colombiana.

¡Cómo se pasa de rápido el tiempo. Qué importante es recordar. Y... Pare de contar!

Título Original: 'Un nuevo rumbo en los 32 años de la Diócesis de Riohacha: se posesiona monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar'

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