¿Cómo se deben castigar las calumnias e injurias en las redes?

A cuidar la lengua en Twitter

Si la autocensura no es una sana solución, ¿cómo se castigan las calumnias e injurias en las redes?

Fuente: eltiempo.com


Javier Borda Díaz
Por: Javier Borda Díaz

17 de septiembre 2020, 09:25 p. m.

Escribió la tuitera Camila Esguerra mientras Bogotá ardía en vandalismo, violencia y protesta: “Que quemen los CAIs donde violan niñas me parece todo menos una tragedia. Lo dije”.

Vaya mensaje. Eran las 10:39 p. m. del histórico 9 de septiembre de 2020. En lugar de calma, un comentario de este tipo fue gasolina en el incendio.

La libertad de expresión que defendemos es la que no nos gusta; es el derecho que tienen los demás a decir lo que nosotros no asentimos. Y no por este caso puntual, por supuesto, sino porque este mundo está lleno de voces disonantes.

La gente reaccionó entonces al susodicho tuit. Y uno especialmente fue penoso. Un tal Carlos Bernal le contestó lo siguiente a Camila: “¿Te violaron ahí? ¡Y si lo denunciaste, de seguro te gustó!”.

A continuación vino la demostración de que las redes sociales también tienen su lado positivo. La gente empezó a indagar por el perfil de Carlos y encontró que era el jefe de Administración en Coca Cola. Una foto con su perfil en LinkedIn así lo demostraba.

Camila se enteró y tuiteó de nuevo: “Hola, señores de Coca Cola, les cuento que a su jefe de Administración le parece muy bien hacerle una apología a la violación. Mal ahí, ¿no?”. Y enseguida les compartió la ofensa que había recibido.

Las personas empezaron de inmediato a enviar decenas de mensajes a la empresa, alegando que un sujeto que decía semejante barbaridad no debería estar en la organización.

Carlos ahí sí entendió la dimensión de su error. Tuiteó nuevamente con mensajes de este tipo: “Creo que han malinterpretado mi pregunta”. “Reitero que soy un defensor de los derechos humanos y en especial de los niños y mujeres”. “Créeme que no fue mi intención ofenderte”. “Gracias por tu comprensión, considero que me dejé llevar por el calor de la intolerancia que se vivió anoche en Bogotá!!!”.

Fue una historia aleccionadora. “De defensor de los derechos humanos (usted) no tiene un pelo —le replicó Camila— y espero que lo sepan sus empleadores”. En efecto, Coca Cola se enteró, ofreció disculpas también en Twitter “por esta expresión de uno de nuestros colaboradores” y, entre otras cosas, publicó: “En línea con nuestro código de ética revisaremos la situación. Agradecemos a todos los usuarios ponernos al tanto”.

Si la autocensura no es una sana solución, ¿cómo se deben castigar este tipo de calumnias e injurias que se sufren a diario en redes sociales? ¿Estaría usted de acuerdo con que Carlos pierda su trabajo por lo que dijo?

Él ya cerró su cuenta en Twitter, pero ¿debería quedar vetado para volver a tuitear? ¿Tendría que quedar zanjada la discusión con las excusas que dio?

Título Original: 'A cuidar la lengua en Twitter'

Javier Borda Diaz | @javieraborda

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