Día de la Nostalgia... ¡Madre sólo hay Una!

Madre mía: cien años de ausencia, sin pechiches y complacencias



Día de la Nostalgia... ¡Madre sólo hay Una!



Por Luis Eduardo Acosta Medina


“Mi madre fue mi gran amiga/ 

amarla yo mas no pude/ 

mi madre fue en la vida/ 

el amor mas grande que tuve/” 

Tema: 'Querida Mamá', de Camilo Namén


Con mi corazón lacerado por la ausencia y con mi mente abrumada por los gratos recuerdos nos encontramos frente a la primacía de la realidad que se celebra el Dia de La Madre y el centenario desde cuando mi vieja vino a este mundo, desde cuando llegó a Monguí, su pueblo amado, dónde sirvió a tanta gente, dejando su huella imborrable, a través de todas las buenas obras que dejó.


Escuche decir a Alejandro Sanz durante un concierto cuando murió su madre hace muchos años, y vinieron esas palabras sublimes a mi pensamiento.


Hoy escucho decir que la gente esta comprando regalos para agasajar a su mamá, durante las 24 horas de alabanzas que, para ellas trae el mes de Mayo y mientras muchos compran los detalles que a ellas les gustan, debo yo conformarme seleccionando las rosas para llevarlas con la luz a su tumba, como testimonio de gratitud por la crianza que me dio, los pechiches que me prodigó y los buenos ejemplos que me dejó.


De sus ojos vi por primera vez la luz, de su corazón brotó la primera manifestación de amor para mí, cuando recibió mi frágil cuerpo un día jueves del mes de abril, para disfrutar desde entonces y hasta cuando Dios puso fin a nuestra relación de mutuo pechiche, complacencias y su 'mala crianza'.


En mis sueños, la he percibido feliz. Se dibuja en su rostro la misma alegría que sintió el Día de Las Madres, cuando recién egresado de estudiar, le di mi primer regalo, fruto de los primeros pesitos que recibí por el ejercicio de mi profesión.


Era una mecedora donde siempre decía que mecía sus penas y sus alegrías y un ventilador que, para entonces era un artículo muy importante en las salas de las casas. ¡Para ella y para mi, era algo del otro mundo! No tenía un valor económico, sino, sentimental.


Los recuerdos de mi vieja son imperecederos. El amor a la tierra que nos vio nacer que nos inculcó es inconmensurable y el aprecio a sus familiares y amigos que todavía viven permanecen incólumes, así como la costumbre de tener siempre una hamaca en la casa, porque nunca tuve cuna, aún se mantiene.


Trabajó tanto mi vieja, que me hubiera gustado que la Divina Providencia le hubiera prodigado cien años de vida terrenal, sólo así hubiera alcanzado a disfrutar en su verdadera dimensión la obra que, con sudor, lágrimas y privaciones logró construir sin palo y sin perrero, sin cemento y sin ladrillo, sin mas instrumento que su inteligencia y sus dos manos, para edificar en la cabeza de cada uno de sus hijos un patrimonio intangible, perpetuo y que no es posible valorar en pesos, si no en sentimientos.


El estudio y la preparación recibidos, no se compra con todo el dinero del mundo y sólo se alcanza, cuando se tiene una madre abnegada, amorosa, trabajadora y entregada al sacrificio por los demás, como yo la tuve.


Hoy recordando a mi vieja y como homenaje a todas las madres rememoramos la historia  de la chica avergonzada por la cara deforme y las manos quemada de su madre. Nunca la presentaba a sus compañeros de estudio y a sus amigos, 


Una vez la vieja que había notado la situación, le preguntó a la muchacha porque sus amigos y amigas no la visitaban en su casa y la jovencita sin sonrojarse y sin quitar los ojos del teléfono le respondió, diciéndole algo mas doloroso que las lesiones que presentaba su cara y sus manos;


“Es que tú eres muy fea. Tu cara y tus manos me avergüenzan”. Su madre, le dijo: “Algún día sabrás cuán injusta has sido con quien no sólo te dio, sino que también te salvó la vida.”


La jovencita cuando al fin se desocupó de enviar y recibir mensajes, reflexionó sobre las palabras expresadas por su progenitor, y pregunto a una tía, porque su mamá era tan fea y fue allí cuando se enteró de la injusticia cometida, pues ésta le contó que su madre era una mujer bella, sus manos lindas, y su rostro y su piel digna de una princesa, hasta el día que la casa donde vivían se incendió y ella tuvo escoger entre la vida de su hija y la suya.


Para salvarla enfrentó el fuego. Por eso su rostro se desfiguró y su cuerpo fue presa de la candela. Sus manos se inutilizaron, pues a pesar de las llamas entró a la casa y cubrió a su muchachita con sus brazos. La tía termino diciéndo lo siguiente:


“Ella sería muy bonita, pero tu hubieras muerto calcinada, sacrificó su belleza para que tu no murieras.”


La chica salió de prisa y le pidió perdón a su madre, quien le dijo: ”Ya Dios te perdonó porque no sabías lo que decías y aunque te avergonzabas de mi, nunca tuve duda de mi amor por ti."


Benditos sean aquellos hijos que, en cumplimiento de los Mandamientos de la Ley de Dios, honran a su padre y a su madre, rinden culto a su presencia, y hacen por ellos en vida, y no después que se mueren, lo que honestamente corresponde: amarlos entrañablemente. Duele mucho cuando no están para abrazarlos en sus fechas especiales.


El que quiera saber la falta que hace la mamá, que me pregunte a mí. La extraño como el primer dia. ¿Que hay que dejarla ir?  Sí, es cierto, pero no es fácil dejar de reverenciarla y dejar que nuestra imaginación haga un permanente repaso a su omnipresencia en mi. 


Cuando voy a la casa siento su olor, su presencia, sus ojos sobre mi, seguramente ansiosa de recibir de mis manos el masaje que le hacía con 'Alcoholado Glacial' en su brazos cansados del trabajo y su espalda, cansada de tantas cargas que tuvo que soportar.


Madre, el Día de Las Madres es duro, triste y conmovedor por tantas ausencias. Nos consuela saber que nuestros hermanos, hermanas y demás familiares que han partido, gozan contigo de la grata compañía de la mismísima Virgen María, que sobre ustedes susurra palabras de amor. 


¿Porque Dios me la quito tan pronto, si yo la quería tanto? ¡Mamá qué tristeza! Cuídame en este mundo donde hay tanta gente mala.

 


Título Original: 'Día de la Nostalgia: madre sólo hay una'

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.