Recordando con cariño y admiración a Edilma Cecilia Frías Acosta De Archbold
10 de junio de 1950 - 15 de enero de 2024
Con sus padres y tres hermanos, Álvaro, José Antonio y Simona Manuela, era miembro de una tradicional, respetada y considerada familia originaria de la capital del departamento de La Guajira.
Estuvo vinculada a la Contraloría Departamental durante algunos años y desde ese cargo adelantaba estudios de pregrado en la Universidad de La Guajira, donde recibió el título de Administradora de Empresas.
Su amor por la academia la llevó a trasladarse a la Universidad de La Guajira, donde se desempeñó durante 25 años, como docente, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.
También fue coordinadora de Investigaciones, vicerectora Académica y como conocedora del entorno y el quehacer universitario, fue rectora encargada en varias oportunidades.
Guardo recuerdos muy bonitos de Edilma, Álvaro, Chichi y Moña, hermanos suyos. Todos ellos relacionados con mi infancia, en la Calle 9 con Carrera 7, en la Calle de San Antonio, En mi Riohacha del Ayer.
Sus padres y los míos fueron de esos vecinos a quienes los unía un sentimiento de respeto y amistad que, con el paso de los años se tornó en familiaridad.
Desde pequeña, Edilma despertó en mí, sentimientos de respeto y admiración. Yo la percibía como una mujer seria, trabajadora, inteligente, buena gente, elegante y muy hermosa.
Visitaba diariamente la tienda de la señora Esther Acosta por encargo de mi madre. Nunca olvidaré que allí comprábamos los bollos de maíz, algunos productos para el desayuno, el almuerzo, los dulces de maduro, de leche y otras golosinas que tanto me gustaban.
Era una tiendecita a la antigua usanza riohachera. Nada que ver con las tiendas que ahora tienen nuestros amigos antioqueños o santandereanos.
Allí era infaltable el gajo de guineos cortos que guindaban de una tiranta y el vinagre común, preparado y fermentado con base a este fruto.
Los estantes metálicos no se conocían. Habían mostradores grandes de madera y una especie de cajones donde se almacenaban los productos, al igual que muchos frascos de vidrio donde se guardaban los dulces, los riquísimos pirulíes, cucuruchos de maní y ajonjolí.
Tampoco conocíamos las bolsas plásticas donde ahora se empacan las compras. Todo se envolvía en bolsas de papel y en recortes de bolsas de cemento.
Esto último lo se muy bien, porque yo era 'empresaria' de este producto, teniendo en cuenta que mi padrino, abuelo de crianza y maestro de obra de los mejores, Justo Lorenzo Barros Toncel, me las traía por encargo, después de utilizarlas y vaciarlas totalmente en cada una de sus obras.
Las bolsas de cemento yo las 'comercializaba' en las diferentes tiendas ubicadas en mi sector: la señora Esther Acosta, Chabe Toro e Inés Pimienta Bernier, eran mis clientas más fieles.
Estos recuerdos llegaron a mi mente, al enterarme de la triste partida de Edilma Cecilia Frías Acosta o 'Ima', como yo por cariño le decía.
Ella siempre me llamaba 'Rosita', porque así lo hacían los amigos de mi padre, Andrés Corsino López Fernández, quien le colocó mi nombre al primer bus que tuvo y en el cual transportaba pasajeros a Maicao.
Estos recuerdos duelen, pero al mismo tiempo generan mucha felicidad, porque traen a mi mente, escenas de mi infancia, relacionados con los amigos verdaderos de nuestros padres, de esas personas adultas a las cuales respetábamos, admirábamos y cuando fuéramos grandes queríamos imitar.
También recuerdo a José Antonio 'Tata' Frías, abuelo paterno de Edilma, a Mello Frías, su tía y esposa de César Henríquez, primo hermano de mi madre, Carmen Clara Arredondo Henríquez.
Al traer a mi mente a 'Tata' Frías, lo evoco cargando sus barriles elaborados en madera, los cuales eran utilizados para depositar agua para el consumo diario y realizar las diferentes tareas del hogar, teniendo en cuenta que en Riohacha, el suministro del preciado líquido en esos tiempos, al igual que hoy, era bastante complicado.
Recuerdo muy bien a los hijos de Mello y Cesar: Franco, 'Polaco' (QEPD), Hilda Paulina y Eira Del Socorro... A su casa iba yo juntos con otros amiguitos, para ver canales de la televisión venezolana.
Mi mente retrocede en el tiempo y recuerdo ahora a la señora Irma y al señor Abel Archbold. Ellos vivían en la esquina de la Calle 9 con Carrera 7, en la casa de Carmen Remigia Frías Gil, tía de Edilma, de Moña, Álvaro, Chichi, Franco, 'Polaco', Hilda Paulina y Eira Del Socorro.
Sabía porque lo escuchaba de las personas adultas, que estos buenos vecinos, llegaron procedentes de la Isla de San Andrés.
Me gustaba escuchar a la señora Irma por ese acento que me llamaba mucho la atención. En esa casa recuerdo los nombres de algunos de sus hijos: Cresida, Anita, Alejandro, Jorge, Abel y Mendoza, entre otros.
Traigo a colación estos recuerdos, porque allí ví nacer el amor. El amor entre Edilma y Mendoza. Ellos fueron vecinos y después novios. De lejos se les notaba que se amaban. Se veían muy bonitos juntos.
Así los veía yo en mi adolescencia. En mis fantasías los comparaba con los protagonistas de las novelas que escuchaba a través de la emisora 'Riomar', de la Cadena Todelar, en el radio color negro y marrón, marca Philips, que tenía mi abuela Aminta Dolores Henríquez Cardona, en la mesa grande del comedor.
Los recuerdo así: agarraditos de la mano, arrullándose, mirándose a los ojos con mucho amor y fue tan grande ese sentiiento, que luego se casaron...
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| Irma Esther (Fotografía tomada de Facebook) |
Tuvieron dos hijos a quienes llamaron Pier Antonio, - un muchachito buen mozo, con mucho parecido a su abuelo Abel Archbold -, e Irma Esther, heredera del nombre de sus dos abuelas.
Pasó el tiempo y como las cosas buenas - algunas veces no duran -, el enemigo ancestral, ese que propicia el caos y el dolor, se interpuso en ese bonito amor y Edilma Cecilia tan joven, lastimosamente enviudó.
Ya su esposo no estaba, pero ella contaba con unos padres cariñosos y una familia tan unida, que la rodeó en su dolor.
Fue así como con el esfuerzo de su trabajo, sacó adelante a sus dos hijos. Entregó a la sociedad a dos seres humanos que heredaron de sus padres la inteligencia, espiritu de superación, honestidad, capacidad de lucha y don de servicio.
Estos son los recuerdos que alberga mi alma y visitan mi memoria, al enterarme de la infausta información sobre la partida de 'Ima', a una edad en la cual tenía mucho que ofrendar.
Partió el lunes 15 de enero de 2024, con muchos frutos cosechados, dejando un gran legado a sus hijos, familia, amigos y a la comunidad universitaria en general, pero sólo Dios y ella saben, cuántos sueños quedaron por concretar.
La velación de su cuerpo terrenal, se realizó en la Funeraria 'Los Olivos', de Riohacha. Las exequias se efectuaron en la Catedral 'Nuestra Señora De Los Remedios'a las 9:00 de la mañana del miércoles 17 de enero, esa amada iglesia de 'La Vieja Mello', en la cual hemos sido bautizados la mayoría de los riohacheros.
Su inhumación se realizó en el Cementerio Central de Riohacha a las 10:00 de la mañana de ese mismo día, con el acompañamiento de sus seres queridos, compañeros de la comunidad universitaria y todos sus amigos.
'Ima' puedes estar segura que realizaste bien la tarea que Dios te encomendó. Cumpliste con tu misión. Debes sabes que dejas huellas imborrables en el terreno que recorriste durante tu tránsito vital.
¡Ahora Dios te llamó para que estés con Él, en la Patria Celestial!
Ya subiste al seno del Padre. Ahora estás con el Creador, con su Corte de Ángeles, Arcangeles, Querubines, Serafines y todos los vivientes que te antecedieron en la partida final.
Ahora tu espiritu inicia una Vida Nueva por toda la Eternidad. ¡Paz para tu alma y fortaleza para tu familia!
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