'Médica colombiana envenenó a su amante por celos y obsesión': Fiscal


La oncóloga Ana María González pasó de los laboratorios de investigación a los estrados judiciales.

 
Ana María González y George Blumenschein, médico estadounidense.
Foto: Archivo particular
Ana María González y George Blumenschein, médico estadounidense.
La vida de Ana María González Angulo, una reputada oncóloga de Popayán que vive en Estados Unidos, cambió de un momento a otro.
Pasó de ser reconocida por sus actividades profesionales a nivel mundial a tener los ojos de la opinión pública de Houston y Estados Unidos encima por haber supuestamente intentado envenenar a su amante, otro reconocido médico de esta ciudad. (Lea también: ¿Quién es la oncóloga colombiana juzgada por envenenar a su expareja?).
Ahora enfrenta un juicio en el que 12 personas –siete mujeres y cinco hombres– decidirán en las próximas dos semanas si es culpable o no de haberle suministrado un anticongelante al también reputado doctor George Blumenschein.
Según la investigación de la Corte 248 del Distrito del Condado Harris, González cometió asalto agravado. Por ello, la mujer enfrentaría hasta 20 años de cárcel.
Según la acusación, el asalto fue cometido el 27 de enero de 2013 en el apartamento de González, ubicado en el exclusivo sector de West University, a unos pocos kilómetros del afamado y mundialmente reconocido Centro de Cáncer MD Anderson, considerado la mejor clínica para tratamiento oncológico en el mundo, donde ella hacía parte de la unidad de cáncer de seno.
Ese día, según se reveló durante la primera sesión del juicio, González y Blumenschein tuvieron sexo oral, y, antes de que él se fuera del lugar, la doctora le ofreció dos tazas de café.
¿Una obsesión?
De acuerdo con el fiscal Justin Keiter, González puso en el café un anticongelante como endulzante, conocido como glicol etileno, que se utiliza en la industria para la producción de poliésteres y, obviamente, entre los médicos, en pacientes con problemas de circulación sanguínea.
Kieter afirmó que Blumenschein le expresó a González que su café sabía especialmente dulce, cuando ella conocía que le gustaba tomarlo oscuro y sin azúcar. Ella, dijo el fiscal, le insistió en que se lo tomara. Poco tiempo después, el doctor se empezó a sentir indispuesto y decidió ir al hospital para un chequeo médico. Los exámenes arrojaron la presencia de la sustancia en su organismo, lo que le generó un problema renal permanente que hoy en día lo tiene bajo sesiones de diálisis, las que necesita de por vida.
“González tenía una relación obsesiva con el doctor Blumenschein”, dijo Kieter en la apertura del juicio. Según este, tenían una “relación sexual casual”, a pesar de que ella sabía que Blumenschein mantenía un noviazgo con una representante de un laboratorio farmacéutico desde 1997.
Incluso la pareja del doctor, Evette Toney, perdió un embarazo de mellizos en el 2012, concebidos a través de un proceso de fertilización artificial.
La parte acusadora insiste en que la doctora González hacía parte de un triángulo amoroso y que su obsesión y celos por el médico la llevaron a tomar la decisión de envenenarlo. Por su parte, la defensa de la doctora, encabezada por el abogado Andy Drumheller, aseguró que la teoría de la atracción fatal de González hacia Blumenschein “es traída de los cabellos”. “Era una relación completamente consensuada”, dijo Drumheller ante los jurados y el juez.
Una médica de altura
La doctora González se graduó en la escuela de medicina de la Universidad del Cauca en 1995. Pocos años después se trasladó con su entonces esposo a Miami, donde continuó su entrenamiento profesional en el Mount Sinai Medical Center.
Luego de eso se mudó a New Orleans, donde hizo estudios de oncología. Pero fue en Houston, en el MD Anderson de la Universidad de Texas, donde alcanzó su máximo potencial al convertirse en una de las investigadoras más afamadas del centro médico.
De hecho, en este centro médico –que a diario atiende a miles de pacientes de todas partes del mundo afectados por cáncer– se convirtió en la jefe de la sección de Investigación Clínica y Desarrollo de Medicinas.
González ha sido coautora de cerca de 120 publicaciones de investigación médica y ha sido investigadora principal en más de 11 proyectos relacionados con el cáncer de seno.
Juicio nacional
El caso de la doctora González ha llamado la atención de todos los medios de comunicación en Estados Unidos, que han trasladado periodistas permanentes a la sede de la Corte Criminal del Condado Harris.
Tras casi cinco meses de indagaciones preliminares por las autoridades, desde que Blumenschein fue al hospital y se le diagnosticó la presencia del anticoagulante en el organismo, González, de 43 años, fue arrestada. Esto ocurrió el 11 de junio del 2013.
La oncóloga pagó una fianza de 50.000 dólares que le impuso la jueza del caso, Katherine Cabaniss, y quedó libre. Tras el hecho, su trabajo en el Centro Médico MD Anderson quedó en entredicho y le fue dada una licencia temporal mientras el caso avanzaba. La defensa de González señala que el doctor pudo haber sido envenenado en cualquier parte, e incluso señaló un viaje que este hizo a San Diego (California) y del cual regresó un día antes de sentirse enfermo.
Según el documento que sustenta la acusación, esa noche –tras su regreso a casa del viaje–, Blumenschein compartió una copa de vino con Toney, su novia. El documento de acusación dice que el doctor fue al apartamento de González en la mañana del día siguiente, cuando tomó las tazas de café que, según él, “tenían un sabor raro”, aunque ella le habría asegurado que el endulzante era Splenda.
El oficial que redactó la acusación dijo que tras los exámenes que arrojaron la presencia del anticongelante en la orina del doctor, este pudo confirmar con el director ejecutivo de Administración de Investigación del MD Anderson, Wesley Harrot, que dentro de la clínica “el glicol etileno está presente en todos los laboratorios” y que la doctora González “tenía acceso a esa sustancia”.
El principal reto de la parte acusadora es demostrar que González suministró el químico. En el primer día de juicio se la vio tranquila, acompañada de su padre, que viajó desde Colombia. En las próximas dos semanas ella será centro de atención de los medios.
Expectativa en Popayán
González Ángulo pertenece a una prestante familia de Popayán, donde algunos siguen con expectativa el juicio contra la médica, sobrina del exgobernador del Cauca Guillermo Alberto González. “Estamos sorprendidos y creemos que es un error”, dijo José Luis Diago, decano de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Cauca, donde ella se graduó.
ALEXÁNDER TERREROS
Especial para EL TIEMPO
Houston (EE. UU).

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