La Felicidad de Ayudar a Convertir Sueños en Realidad


 Mi reencuentro con María Camila

María Isabel Cabarcas Aguilar
Por María Isabel Cabarcas Aguilar

Hace cuatro años, el 6 de junio del 2015, de la mano de la Fundación Sol Azul, que dirige la ex Señorita Guajira, Rossana Redondo, llegamos a realizar nuestra primera actividad en la comunidad Wayuu de Cangrejito.

Llegamos a celebrar por segunda vez, 'Mi cumpleaños con un Propósito', gracias al apoyo de familiares y amigos quienes habían donado, ropa, zapatos, juguetes y golosinas para entregarles a las niñas y niños de esa zona, cercana al casco urbano de Riohacha.

Meses después, volvimos en diciembre, a realizar el 'Banquete Navideño Alimentando Sonrisas', con el cual hemos llegado a más de diez comunidades en estos años cinco años de arduo y amoroso trabajo social.

Aquel diciembre quedó grabado en mi corazón. Fue maravilloso sentir el cariño, la ternura, la inocencia y la gratitud de los niños. Días después de aquella primera actividad decembrina en Cangrejito, sucedió algo que me marcó.
Mientras hacía compras en el mercado con mi mamá una niña se me acercó, me preguntó mi nombre con una sonrisa amplia y los ojos iluminados; le pregunté si vivía en Cangrejito y me respondió que si. Nos dimos un abrazo, en presencia de su mamá, su nombre era María Camila y había sido una de las niñas beneficiadas en aquella hermosa jornada lúdica y benéfica, donde participaron más de 200 niños.

Al año siguiente nació legalmente la 'Fundación Compartamos la Felicidad', y desde entonces, Cangrejito se convirtió en la comunidad insigne de nuestro accionar. Meses atrás este año, por referencia de dos grandes amigas de la Gobernación de La Guajira, la señora Sixta Pimienta y la Nena Pinedo, me contactó telefónicamente una joven de nombre Tania Rosas.

El propósito de aquella llamada era contactarme para conocer la comunidad pues aquella joven de dulce voz, voluntad firme y férreo sentido de servicio comunitario, se encontraba trabajando con niños, niñas y adolescentes en La Guajira, en el marco de un proyecto apoyado por el Ministerio de Cultura, en el que promovían el rescate, empoderamiento y visibilización de las tradiciones culturales de la Nación Wayuu.

El nombre de la organización es Fundación 'El Origen', y de ella hacen parte un grupo de proactivos jóvenes quienes inquietos por el presente y el futuro de las niñas, niños y jóvenes Wayuu, decidieron emprender socialmente para impactar y transformar el entorno, de la mano con las comunidades.

Ayer, en medio de lágrimas de emoción, aplaudí con entusiasmo a mis niños, quienes cantaron en Wayuunaiki, tocaron instrumentos musicales, expusieron pinturas y fotografías de su autoría, como resultado de estos largos meses de aprendizaje de la mano de los instructores de esa entidad sin ánimo de lucro, que incluso, ha sido reconocida y exaltada por Obama Foundation, la cual dirigen Barack y Michelle Obama, y con la que buscan impulsar procesos sostenibles que beneficien a las comunidades vulnerables en todo el planeta.

Entre las inocentes miradas cargadas de felicidad, ilusión y esperanza, me encontré nuevamente con los ojos de María Camila y también con su tierno abrazo colmado de gratitud. Gracias al trabajo de la Fundación 'El Origen' su noble corazón ha sido tocado por la fotografía y ayer, al lado de una imagen fotográfica hermosa entre las tantas expuestas, resaltaba la de una joven Wayuu cargando una tinaja colgando de su cabeza, y se leía:

Maria Camila: Soy una niña de 12 años y vivo en la comunidad de Cangrejito. Me gusta jugar fútbol como defensa, también me gusta leer cuentos e inventar las imágenes, creo que por eso me llama la atención la fotografía, porque puedo contar una historia solo de imágenes”. Estos son los sueños que los emprendedores sociales, queremos ayudar a convertir en realidad.

Gracias a la Fundación 'El Origen', por su creatividad, disciplina, entrega, compromiso y amor por los sueños de los 'Tepichi Wayuú'. Gracias Tania por invitarme a conocer los resultados de tantos meses de trabajo y por ser ejemplo para la juventud guajira. Gracias también por demostrar con tu ejemplo y liderazgo que la responsabilidad social solo requiere un elemento esencial: ¡Voluntad!

Título Original: 'Mi reencuentro con María Camila'

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