En sus 55 años: La Guajira lucha como el cardón, para sobrevivir en época de pandemia

La Guajira 55 años en medio de las añoranzas la irresponsabilidad y el miedo


Luis Eduardo Acosta Medina
Por Luis Eduardo Acosta Medina


“Me siento orgulloso de sentirme un buen guajiro de querer a mi tierra como quiero a mi familia, me siento feliz cuando me tratan de indio, porque el indio es noble como tierra querida”

El acontecimiento que ocupa nuestra atención, trajo a mi mente el aparte transcrito de la canción 'El Cantor de los Indios', de la autoría de Romualdo Brito, que grabaron Adanies Diaz e Ismael Rudas, quienes en 1979 la incluyeron en su LP 'Como Siempre'.

Evidentemente se están celebrando los primeros 55 años de vida institucional del hijo adelantado del Magdalena Grande: El departamento de La Guajira, y llega ésta que debería ser una gran celebración, -pero no se puede.

Este es en un momento particularmente peligroso para la humanidad, potenciado por la irresponsabilidad ciudadana, que insiste con su insubordinación, en continuar desafiando con parrandas y francachelas, a un enemigo que está matando y al que nadie ve.

Muchas veces escuché decir a mi abuelo, cuando la gente abusaba en cosas que ponían en riesgo su autonomía, que el gran defecto del chivo, es que se devuelve a mirar bien qué fue lo que lo asustó, y es allí... ¡cuando se lo come el tigre!

Esta situación es la que uno observa cuando en algunos sectores de esta martirizada tierra, encontramos multitudes de personas detrás de algún alboroto, normalito en otros tiempos, pero no hoy, cuando está de moda la frase de Diomedes hacen cuarenta y cuatro años, “Si no nos mata una peste vamos a morir de viejos”.

La actual emergencia tiene a nuestro departamento con la agenda alterada, porque ante una pandemia de semejantes connotaciones, lo urgente impide atender lo importante, es tal vez el más gris de los aniversarios de la creación de esta Entidad Territorial que sobrevive y ha sobrevivido a todas las crisis imaginables, a muchas pestes y discutibles bonanzas, por su suelo han pasado entre otros, el Sarampión, el Sica, la Peste Negra, la Viruela, la Varicela y le ha tocado convivir con el VIH, y como la palmera durante el tiempo huracanado, se le ha visto tendida contra el piso, pero cuando los malos vientos han cesado, allí han quedado incólumes, por eso 'Babo', mi abuelo sabio comentaba que por esta región han pasado todas las pestes, pero la gente siguió bailando.
Igual esta vez, tenemos la seguridad y la convicción íntima de quien espera una vida larga, que así como llegó esa corona maldita que se ha llevado a tanta gente, se tiene que ir también, o Dios mostrará el camino para volver a la normalidad, y aprender a convivir con ella.

En esta fecha especial recordamos con toda gratitud a esos compositores que le cantaron a las enfermedades, pero que también fueron generosos en sus letras para referirse a La Guajira y a su gente 

Entre ellos podemos mencionar a Julio Oñate, con las canciones 'Yo soy Guajiro' y 'Alma Viajera'; Carlos Huertas, entre otras con 'El Cantor de Fonseca', 'Hermosos Tiempos', 'Abrazo Guajiro', 'Lola La Negra' y 'Orgullo Guajiro'; Nando Marín, con 'A mi Guajira' 'Villanueva Mía', 'El Gavilán Mayor', y 'Sanjuanerita'.

Destacamos también a Rafa Manjarrez, que puede colgar la hamaca con 'Benditos Versos' y 'Desenlace; Amílcar Calderón, con 'Volví a Llorar'. cuando recordó que al guajiro “Hasta la muerte le llega tarde”; Romualdo Brito, con sus cantos en defensa de los derechos de su tierra, como 'Mi Proclama', 'El Cantor de los Indios', y 'Yo soy el Indio'.

No podemos dejar de mencionar a Beto Murgas, con 'Grito en La Guajira', Amilkar Ariza, A' mi Guajira', Marciano Martínez, 'Con el Alma en la Mano'; Rafael Escalona, con 'La Golondrina', 'La Molinera', 'La Ceiba de Villanueva' y el 'Almirante Padilla'; Lenin Bueno Suárez, con 'Riohacha'; Roberto Calderón, con su 'Luna sanjuanera'; Leandro Díaz, con 'El Cardón guajiro', 'Mi pueblo' y 'Dónde', son los que recuerdo y me disculpan aquellos que, involuntariamente he omitido.

Ante la tragedia que todos estamos presenciando, recordamos con alivio todas esas canciones que traen a la mente momentos gratos, cuando se podía departir los finos licores embriagándonos con clásicos vallenatos de línea gruesa y compartiendo la misma totumita, sin que nadie se contagiara de nada. 

Igual pasan por el pensamiento las fiestas patronales de nuestros pueblos que eran punto de encuentro de todos y juntos se recibían las bendiciones del Santo o la Santa de nuestra devoción, decimos que “recibíamos”, porque nada volverá a ser como antes.

Doblamos rodillas ante 'La Vieja Mello', que salvó a la ciudad -cuando el mar se la estaba tragando el 14 de mayo de 1663-, para que esta vez haga lo suyo, para evitar que la falta de cultura ciudadana y de respeto a la ley no se traduzca en una hecatombe donde perdería la vida centenares de inocentes en esta Guajira Cumplimentada.

Que nuestra patrona nos ayude a aumentar la fe, para que, en lugar de ampliar la capacidad de los cementerios, se aumente el número de oratorios para dar gracias Al Altísimo. ¡¡Dios nos ampare a todos!!

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