Magalys Díaz Niebles, la triste despedida de una verdadera guerrera de la vida
Le dijo Jesús: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que cree en mi, no morirá eternamente. ¿Crees esto?": Juan 11: 25-26
Morir en el Señor, no es morir... ¡Es Vivir Eternamente!
 |
| Los esposos Magalys Díaz Niebles de Barros, Marcos Antonio Barros Pinedo y su hijo, Jainer Fitzgerald Barros Díaz. (Foto Tomada de Facebook) |
Este martes 13 quedará marcado en el calendario, en el corazón, en la memoria de sus seres queridos, en todos los que la conocimos y apreciamos, porque este fue el día escogido por Dios, para llevar hasta su trono celestial, a Magalys Díaz Niebles, retomando para si, el espíritu que sopló sobre ella, cuando la vida, le dio.
¡Su cuerpo antes sano y fuerte, se tornó frágil por la enfermedad. Luchó como una guerrera, se aferraba a la vida, pero a pesar de ello, la enfermedad con el tiempo la fue venciendo, y se debilitó!
Así... despacio, lentamente, poco a poco, Maga se fue despidiendo. El Dueño de La Vida le regaló el tiempo necesario para ver a su familia reunida, en trono a su lecho de enferma...
Y es que la vida de Magalys Díaz Niebles de Barros, fue una recolección de los frutos que sembró. Ella conoció y puso en práctica la reflexión de la Madre Teresa de Calcuta "El que no vive para servir, no sirve para vivir".
Con su esposo Marcos Antonio Barros Pinedo formó una familia, en la cual dio vida a cinco hijos, cuatro de ellos, varones y una dama: Marcos Antonio, Jainer Fitzgerald, Miguel Lorenzo, Ferney Adolfo y Carmen Angélica Barros Diaz.
Desde su hogar dio ejemplo de Fe, Perseverancia, Laboriosidad y sobre todo de Amor: ese amor que supo conjugar muy bien, en primera persona. Amó a Dios, amó a sus padres, amó a su esposo, amó a sus hijos, amó a su familia y amó al prójimo, como a ella misma.
Maga vivió y amó intensamente. Creyente como pocas, -en vida y durante su enfermedad-, se entregó en los brazos del Señor.
La muerte, -aunque dolorosa tanto para los que se van, como para los que lloran, con ese dolor que traspasa el alma-, sólo es una transición.
La muerte es un paso de la vida efímera, a la Vida Eterna. Esa Vida Eterna, que se alcanza después de la muerte física, y que sólo pueden disfrutar los que tienen Fe, y por esa misma Fe, saben con certeza, que la tendrán.
Escrito está: "Es, pues, la Fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" Hebreos 11:1
Son muchas las palabras que podemos utilizar, para redactar la semblanza de Maga. Debemos decir que era una mujer creyente, temerosa de Dios, noble, humilde, tolerante, servicial, emprendedora, amigable y poseedora de excelsas virtudes, pero no son las palabras las que mejor la definen. Son los hechos los que hablan por si solos...Esos hechos que imprimieron su huella imperecedera, por los difíciles e inexplicables caminos de la vida.
Como un sentido y respetuoso homenaje a la memoria de Maga, mujer virtuosa y reconocida guerrera de la vida, en un acto de amor fraterno y solidaridad con su esposo, hijos y familia en general, reproducimos este hermoso texto de Proverbios 31:10-31
Elogio de la mujer virtuosa
10 Mujer virtuosa, ¿Quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
11 El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.
12 Le da ella bien y no mal
Todos los días de su vida.
13 Busca lana y lino,
Y con voluntad trabaja con sus manos.
14 Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos.
15 Se levanta aun de noche
Y da comida a su familia
Y ración a sus criadas.
16 Considera la heredad, y la compra,
Y planta viña del fruto de sus manos.
17 Ciñe de fuerza sus lomos,
Y esfuerza sus brazos.
18 Ve que van bien sus negocios;
Su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica su mano al huso,
Y sus manos a la rueca.
20 Alarga su mano al pobre,
Y extiende sus manos al menesteroso.
21 No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
22 Ella se hace tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.
23 Su marido es conocido en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
24 Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.
25 Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.
26 Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.
27 Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.
28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:
29 Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú sobrepasas a todas.
30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
31 Dadle del fruto de sus manos,
Y alábenla en las puertas sus hechos.
No hay comentarios: