La avalancha en el municipio de Antioquia ya deja 63 muertos.


Los sobrevivientes relataron
cómo las aguas acabaron con una vida
construida con esfuerzo.

Por:   | 



Susana Uribe López escuchó un rugido que la estremeció 
en la madrugada de este lunes, 
y cuando corrió a la ventana de su casa en Salgar,
un Ć”rbol se estrelló contra la vivienda 
y el agua de la quebrada la Liboriana la inundó.

Aturdida, mientras trataba de moverse en medio de las aguas, 
fue por sus hijos y su esposo para ponerse a salvo. 
“Cuando vimos fue el rĆ­o en nuestra casa. 
Gracias a Dios alcanzamos a subirnos al techo, 
por eso nada nos pasó”, recordó la mujer. 
(Vea en imƔgenes:Emergencia en Salgar, Antioquia, por desbordamiento de quebrada)


A Uribe, aunque logró ponerse a salvo con su familia, 
se le veĆ­a devastada, 
y no lograba dejar de pensar en los vecinos 
que fueron alcanzados por la corriente.
“Algunos de ellos alcanzaron a meterse a mi solar, 
que no se lo llevó el agua, 
pero otros fueron arrastrados”, agregó.

En la maƱana de este lunes, 
con un azadón en la mano, 
a la mujer de 27 aƱos 
se le veĆ­a intentando sacar 
el lodo de lo que quedó de su casa. 
Nada, ni las cobijas o la ropa se salvaron 
de ser arruinadas por las aguas. 
(Video: AsĆ­ fue la emergencia en Salgar, Antioquia)

“Estamos en una situación muy difĆ­cil. 
A nuestra pobreza se suma que todo lo perdimos. 
Aunque ahora hay que agradecerle a Dios que estamos con vida,
porque muchos otros murieron”, concluyó la joven.

El dolor de Uribe se percibĆ­a por todos los rincones de Salgar
Cada quien, por sus familias o sus vecinos, 
o los bienes que perdieron, 
llevaba una desgracia a cuestas.

Otra de las pobladoras, Sandra Isaza, 
no soportaba la angustia de no saber de sus seres queridos. 
Tras la avalancha, muy temprano, 
apenas el sol se asomó sobre las verdes montaƱas del pueblo, 
corrió al cementerio, 
a donde las autoridades llevaron 
los primeros cuerpos que alcanzaron a rescatar. 
(Lea: Cuerpos rescatados en Salgar serĆ”n llevados a la morgue en MedellĆ­n)

Cuando la dejaron entrar al camposanto sintió que iba a desfallecer.
Buscaba entre las vĆ­ctimas, 
con desespero, los rostros de su hermana,
su cuƱado y dos sobrinas, que estaban desaparecidos. 
“No aparecen mis sobrinitas, 
una tenĆ­a dos meses, 
quĆ© dolor tan grande”, dijo la mujer, 
mientras era sostenida por los brazos de un familiar.

Otros, como Consuelo Arredondo, 
que no perdieron a sus familiares,
se lamentaban de que en pocos minutos las aguas 
acabaron con toda una vida construida con esfuerzo. 
(AdemƔs:Otros desastres que han afectado a miles de familias colombianas)

La tienda de la que vivĆ­a fue arrasada totalmente, 
y los enseres de su casa tambiĆ©n. 
Cuando funcionarios de la Defensa Civil 
se acercaron hasta ella y su familia para censarlos
y preguntarles por los vecinos que desaparecieron, 
recordó los esfuerzos heroicos de uno de sus hijos.

“EstĆ”bamos durmiendo 
cuando mi hijo entró y tumbó la puerta. 
El barro casi nos tapó. 
Pudimos salir por la parte de atrƔs
y nos acurrucamos allĆ” en una loma”, 
recordó. 
(Lea tambiĆ©n: La intensidad del invierno ya habĆ­a ocasionado 15 derrumbes en Salgar)

El ambiente es de tristeza y desolación. 
Por eso, Arredondo le envió un mensaje 
al presidente Juan Manuel Santos. 
“No nos olviden, 
todo lo perdimos, no se olvide de nosotros”.

Y Santos, como adivinando el clamor de la gente de Salgar, 
precisó que eso no va a suceder. 
“Nadie nos va a devolver a los muertos, 
y eso es algo que lamentamos profundamente. 
AcompaƱamos a las familias, 
pero tenemos que salir de este desastre, 
y salir adelante con valor”, dijo.

YEISON GUALDRƓN SALAZAR
Enviado especial de EL TIEMPO
Salgar (Antioquia).







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