Dolor y Nostalgia por el Ayer


Hoy estoy más seguro que todo ha cambiado… ¡Y, para mal!


Luis Eduardo Acosta Medina
Por Luis Eduardo Acosta Medina

“Cómo cambian los tiempos y solamente queda el recuerdo, cómo pasan los años y ni siquiera nos damos cuenta”.   

El aparte transcrito corresponde a la canción titulada 'Los tiempos cambian', de la autoría de Poncho Zuleta, incluida por Los Hermanos López, con la voz de Jorge Oñate en el LP 'Diosa Divina' en 1971, la cual he recordado, mientras dejo que mi imaginación viaje hasta el lugar donde enterraron mi ombligo.

Con la impotencia que nos impone la distancia, es cuando tantas vivencias comienzan a gravitar en mi memoria mientras se estremece mi corazón. 

Las horas pasan y cada una es cada vez más parecida a la anterior, mientras reviso los mensajes fríos que llegan a montones por redes sociales, refritos que no fueron escritos ni cantados por quienes lo mandan, sino reenvíos fríos que nunca expresan lo que me alegran el alma, porque eso fue escrito o elaborado por alguien que no me conoce, por el contrario, es como si se hiciera por salir del paso. 

Disfruto como corresponde una sílaba, si de ella soy el destinatario, pero que diga lo que se siente, pero los stiker los han sustituido. ¡Qué lástima, prefiero doblar la página para referirme a lo que considero más sustancial en esta fecha de sublime connotación.

Cuando abrí mis ojos y vi la luz de este día por primera vez, di gracias a Dios al recordar que tengo una vecina, una prima y un tío que no pueden ver, por eso di gracias a Dios que me permitiera disfrutar de lo que ellos añoran.

Vino a mi mente mucha gente a la que quiero y que está sufriendo por muchas privaciones y carencias. 


Cuando abrí mi closet y vi todas mis guayaberas almidonadas, almidonadas y colgadas pude darme cuenta que las cosas han cambiado. No he podido asistir a las últimas misas de aniversario póstumo, no he podido asistir al velorio y las honras fúnebres de gente cara a mis afectos. 

Extraño ya el aroma del café preparado con tanto esmero y leña de brasilito en nuestros pueblos. Ha cambiado tanto todo, que ya nadie me dice que me han echado de menos en los velorios, y las amigas de mi madre que aún no se han ido, no me han mandado a llamar para verme. 

Hoy he sentido mucha tristeza, por primera vez en veinte años no pude llevar luz y flores a la última morada de mi vieja. Sin duda, me ha estado esperando, pero Dios aconseja prudencia en este momento crucial. 

Está la noche en la plenitud de su oscuridad, ineludiblemente está próxima la luz del amanecer. ¡Dios se apiade de este mundo, donde hay tanta gente buena y tanta gente mala!

Título Original: Hoy estoy más seguro que todo ha cambiado… ¡Y, para mal!

Conteni Sugerido: Mi madre no está ausente... ¡está en mis sueños y en mi mente!

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.